Mandela, el hombre que vio al deporte como símbolo de unión

Un artífice de la paz, el ex presidente sudafricano supo construir una Nación donde solo había enfrentamientos. Tuvo una estrecha relación con los deportes. “Tienen el poder para cambiar el mundo”, dijo alguna vez.

Uno de los momentos más sublimes de la historia, no solo del rugby, sino también de las disciplinas deportivas en general, fue en aquella final de la Copa Mundial de Rugby, en 1995. En un país donde la violencia entre “blancos” y “negros” era cotidiana, Mandela encontró en el deporte de la pelota ovalada un elemento de unión.

“¿Qué es lo que más les importa a los blancos? ¿Su religión? ¿Su Dios? Sí, pero también el rugby. A ver si somos capaces de utilizar esa pasión para unificar el país”, reflexionó Mandela. El rugby tenía una significación social para los “blancos”; representaba una identificación para estos y una exclusión para los “negros”.

Fue así que con ayuda de Francois Pienaar, el capital en ese entonces de los Spingboks (Selección Sudafricana de Rugby), el conjunto de ese país comenzó a manifestarse a favor de la unión de la nación y de la eliminación del apartheid.

El equipo sudafricano llegó a la final del torneo y logró vencer al favorito Nueva Zelanda, que eran los candidatos indiscutibles a ganarlo. El mismo día de la final, Mandela le solicitó al presidente de la Unión sudafricana de rugby la camiseta verde que identificaba a los “blancos”. Sudáfrica fue una fiesta; Mandela hizo vibrar a todo un estadio con 72 mil personas y tanto “blancos” como “negros” celebraron el triunfo histórico, que finalmente serviría para dejar de lado las diferencias basadas en el color de la piel.

Por Franco Badano | @badano_fran