El gran legado de la familia Sahade, ubicado en uno de los puntos de mayor valor histórico del centro de la Ciudad de Córdoba (Bs.As esquina Entre Ríos), re-inauguró su edificio y apuesta fuertemente al sector gastronómico.
En 1957, el sueño de Don Rafael Sahade se hizo realidad. Inspirado en el tradicional lugar de descanso de los reyes de Inglaterra, del cual tomaría su nombre: Windsor.
En aquel momento, en Córdoba, los hoteles eran simples “lugares de paso”, pero la impronta de Windsor vendría a romper con ese molde y ofrecer un espacio donde los visitantes estuvieran cómodos y se fueran conformes. Alegre, lleno de flores, cómodo y puntillosamente limpio, eran las principales características con las que lo impulsó Don Rafael, muchas de las cuales mantenemos aún en la actualidad.
Este miércoles junto a la prensa e invitados especiales, dió su cálida bienvenida, el prestigioso periodista Miguel Clariá, quién contó anécdotas de su juventud: «venir a tomar el te, un domingo a la tarde al Windsor te daba chapa con tu futura suegra por 30 años” contó, entre risas de los asistentes.
Luego, Federico Ricotini Gerente de la empresa, se dirigió a los presentes, agradecido del esfuerzo de todo el equipo para llevar a cabo esta nueva etapa, que pretende posicionarse en la «Elite» de la oferta gastronómica de la ciudad y mantener la calidad y excelencia de servicio que se brinda habitualmente a huéspedes y clientes.
La renovación, que duró cerca de 8 meses, incluyó: la remodelación completa del lobby en planta baja; la ampliación del bar, duplicando la cantidad de comensales (pasó de 45 a 70 cubiertos) y la barra del bar intercambió su lugar con la recepción, lo que permitió triplicar el espacio de servicios de la barra. Además se reformó la cocina -para brindarle mayor capacidad operativa- y el Salón London.