En una escalada que parece no tener fin, China prometió este martes “luchar hasta el final” si Estados Unidos sigue adelante con la amenaza de aumentar los aranceles un 50% adicional y dijo que si eso sucede tomaría más represalias, en una espiral de tensión entre las dos economías más grandes del mundo que tiene en vilo al planeta.
El ministerio de Comercio chino dijo el martes que tomaría más represalias si el presidente estadounidense Donald Trump cumple con su amenaza de imponer un arancel adicional del 50 por ciento sobre los productos chinos que anunció el lunes. Si Trump instala ese aumento, que entraría en vigencia el jueves, el costo de los productos chinos hacia EE.UU recibirían una suba total de más de 100% porque se sumarían todos los aranceles que Trump impuso a Beijing desde el inicio de su mandato el 20 de enero.
“Si Estados Unidos procede a implementar estas medidas arancelarias escaladas, China tomará decididamente contramedidas para salvaguardar sus propios derechos e intereses”, dijo un portavoz del ministerio de comercio. “Si Estados Unidos insiste en ir por su propio camino, China luchará hasta el final”.
La amenaza de otra ola de aranceles adicionales marca una realidad que muchos temen: las potencias mundiales están preparadas para un duro desacoplamiento que marcará a fuego el comercio global.
Aranceles adicionales anunciados por Trump
Los aranceles globales de Trump anunciados el 2 de abril (34% a China) ya han sacudido los mercados y amenazan con golpear particularmente a los exportadores chinos, lo que llevó a Beijing a implementar medidas para apoyar sus mercados de valores el martes, con fondos liderados por el estado comprando acciones. Los mercados asiáticos recuperaron terreno este martes y cerrarnos con subas.
Beijing ha dicho que impondrá aranceles del 34 por ciento a las importaciones estadounidenses a partir del viernes, un día después de que los impuestos estadounidenses sobre los productos chinos entren en vigor. Trump amenazó el lunes con introducir aranceles adicionales del 50 por ciento sobre los productos chinos, una medida que llevaría los aranceles estadounidenses sobre las importaciones chinas a más del 120 por ciento, según algunas estimaciones.