La fuerte dependencia en Europa del gas ruso quedó en evidencia tras la invasión de Rusia a Ucrania, ante impacto que indudablemente generaría cualquier sanción o embargo a los recursos energéticos que les proveía el país bicontinental.
Al respecto, Francia tomó la iniciativa y quiere comenzar a reducir la dependencia, pero para ello debe consensuarlo con todos los estados miembros de la Unión Europea. La propuesta elaborada en el Palacio de los Eliseos consiste en comenzar minimizar las compras de gas ruso desde este año.
“Tenemos que dejar de comprar gas ruso, tenemos que fijar una fecha y empezar este año”, subrayó el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, en una entrevista a la emisora de radio France Inter. En este sentido, afirmó que esa cuestión estará encima de la mesa en Versalles, e insistió en que “los europeos tenemos que decidir todos juntos para que haya un impacto sobre Rusia”.
Lo cierto es que no será fácil avanzar con esta medida ya que, si bien en Europa el 40% del gas que se consume proviene de Rusia, ese porcentaje varía en cada país: en España es únicamente el 8 %, en Francia el 20 %. Pero en Alemania representa en torno al 60 % y en Rumanía o en Finlandia el 100 %.
Sin embargo, para el funcionario francés hay que avanzar con esta medida ya que comprando el gas ruso financiamos la guerra de Vladímir Putin”.