Con un agónico gol de José María Giménez, la selección dirigida por Oscar Tabárez obtuvo un valioso triunfo en el debut. Mohamed Salah no jugó ni un minuto.
Uruguay ganó de manera agónica 1-0 ante Egipto y comenzó el Mundial de Rusia 2018 con el pie derecho. En un encuentro que estaba complicado, logró romper con el marcador sobre el final en tiempo cumplido gracias a un potente cabezazo de José María Giménez. De esta manera, lidera el Grupo A junto a Rusia aunque el país anfitrión cuenta con mayor ventaja de gol (+1 Uruguay, +5 Rusia).
El elenco africano no se salió del libreto por casi todo el partido, juntó sus líneas y le achicó los espacios a la celeste, que sólo atinaba a mover la pelota pero sin generar peligro. Una vez que los dirigidos por Héctor Cúper tenían el balón, intentaban sorprender con algunas aproximaciones de Amr Warda; la falta de creatividad quedó evidenciada ante la ausencia de Mohamed Salah, que no jugó ni un minuto.
Con un Luis Suárez errático y Edinson Cavani inconexo, Uruguay no contó con chances de ponerse en ventaja durante el primer tiempo, a excepción de un rebote desperdiciado por el crack de Barcelona tras una ejecución de pelota parada.
El segundo tiempo continuó con la misma tónica y el Maestro Tabárez movió el banco de suplentes. Cambió a todos los hombres de la mitad de cancha, menos Rodrigo Bentancur, y con los ingresos de Carlos Sánchez, Cristian Cebolla Rodríguez y Lucas Torreira, en lugar de Nahitán Nández, Giorgian De Arrascaeta y Matías Vecino, respectivamente, buscó darle otro aire al equipo.
Los mejores jugadores del partido hasta el momento eran la dupla central del Atlético Madrid: Giménez-Godín; y en una de las últimas jugadas del cotejo tuvieron su premio. A Giménez le cometieron una falta al costado derecho del área. Sánchez ejecutó el tiro libre con gran precisión y el propio defensor le rompió el arco a Mohamed El-Shenawy de un frentazo inatajable.