El artefacto vibra cuando se escribe mal alguna palabra. Recibió el nombre de Lernstift, que en alemán significa “lapicera para aprender”.
Funciona a través de un software de reconocimiento de escritura a mano que señala los errores a medida que son cometidos. De esta forma, ante una equivocación ortográfica, produce una pequeña vibración para alertar a quien la haya cometido.
En su interior, el bolígrafo se impulsa sobre un procesador ARM (el mismo que utilizan muchos teléfonos celulares) y en el sistema Linux. Además, para calcular los movimientos en tres dimensiones, utiliza una serie de sensores, como un giroscopio para medir la orientación, un acelerómetro para calcular la propulsión y un magnetómetro que mide la fuerza y dirección de los campos magnéticos.
También cuenta con sensores Wi-Fi que, mediante una aplicación, conectan al bolígrafo con un Smartphone, o una computadora que da más detalles sobre el posible error.
El dispositivo, que funciona con pilas AAA, todavía necesita algunos ajustes para adaptarse a la escritura de cada usuario. De momento está pensado para el inglés y alemán, pero sus creadores indican que van a sumar nuevos idiomas.