En días de tanto calor es preciso tener en cuenta ciertos cuidados para evitar la deshidratación no solamente bebiendo agua constantemente, sino manteniendo una alimentación acorde.

El agua es el componente principal de nuestro organismo y es imprescindible para desarrollar las funciones vitales, por eso es importante mantener un estado de hidratación adecuado. «Durante el verano y los meses de calor, aumenta la sudoración y se pierde más agua, y si no la reponemos nos podemos deshidratar más rápidamente».

Por ello, destaca la importancia de «mantener un balance entre la ingesta y la pérdida de agua, teniendo en cuenta que nuestro cuerpo pierde agua diariamente por orina, heces, respiración y transpiración, y que la sensación de sed aparece tardíamente, cuando el cuerpo ya ha perdido del 1 al 2 % del agua».

En este sentido,  «Es recomendable beber agua en cantidad suficiente, en las comidas y durante el resto del día, hidratarse antes, durante y después de realizar una actividad física y no esperar a tener la sensación de sed ni la boca seca».

En cuanto a los grupos etarios que más cuidados deben tener son «las personas mayores y los bebés son los grupos a quienes hay que prestarles más atención, ya que son más vulnerables a la deshidratación y el mecanismo de regulación de la sed funciona menos ajustadamente», remarca la Doctora Moretti.

Cómo mantener la hidratación a partir de los alimentos

«Es importante ingerir alimentos de todos los grupos», explica Moretti, quien añade: «Teniendo en cuenta las elevadas temperaturas durante el verano, una de las mejores maneras de asegurar los niveles adecuados de líquido que requiere el organismo es incluir frutas y verduras en la dieta. Preferentemente, que sean de estación (zapallo, calabaza, tomate, espárrago, morrón, berenjena, choclo, frambuesa, mora, manzana, sandía, uva, limón, arándanos, frutilla, melón, naranja, ciruela, cereza, durazno, entre otros)», enumera.

Por otro lado, recomienda también «incluir legumbres, cereales y harinas integrales, frutos secos, semillas, huevo y cortes de carne magros bien cocidos, e incorporar más pescados», como parte de una dieta balanceada.

Finalmente, enumera aquello que deberíamos reducir o eliminar: «Para esta época del año recomiendo limitar la ingesta de bebidas azucaradas, tanto para los adultos como para los niños, ya que aportan excesiva cantidad de azúcares: gaseosas, jugos comerciales listos para consumir y en polvo, bebidas a base de soja, aguas saborizadas. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas» y finaliza: «Evitar preparaciones calientes y frituras. Evitar el consumo excesivo de sal de mesa y de alimentos ultraprocesados».

Cómo mantener la hidratación ante las altas temperaturas

La Dra Sánchez Calvin, Médica especialista en nutrición, psicología médica y experta en psiconutrición (MN 121757) brinda estos tips:

– Si no te gusta tomar agua, te sugiero que le des un poco de sabor con algunas gotitas de limón, o trozos de alguna fruta, rodajas de pepino, o pomelo. También podés sumarle un antioxidante natural como ralladura de jengibre.

– Elegí alimentos frescos y livianos al igual que la ropa. Incluí frutas de estación que tienen alto contenido de agua, aparte de una hidratación extra, y nos aportarán vitaminas, minerales y fibra.

– Mantenete bien hidratado evitando la retención de líquidos, los calambres, el estreñimiento e incluso la aparición de cansancio en nuestra piel. La pérdida de líquido suele ir acompañada de pérdida de minerales, por eso pueden aparecer mareos, náuseas, vómitos y fuertes dolores de cabeza. Si esto sucede podés hidratarte con bebidas de recuperación, que contienen sales de OMS y si persisten, es importante consultar a un médico.

– Dejá la actividad física para cuando el sol esté más bajo y las temperaturas hayan disminuido. Aumentá la ingesta de agua y bebidas deportivas para recuperar sales minerales perdidas a través de la transpiración.

– Evitar las comidas muy abundantes, con salsas, procesados y todo alimento poco nutritivo y alto en sodio, va a ayudar para sentirte bien.

– Usá siempre protector solar, reforzando en las zonas más expuestas.