Cómo influye la fragancia de un perfume en tu estado de ánimo

El perfume es capaz de levantar cualquier estado de ánimo decaído, además de ser el vehículo por el que atesorar buenos recuerdos.

Perfumarnos con algo que nos gusta puede mejorar nuestro estado de ánimo, contribuyendo a aliviar la tensión interna y los problemas relacionados con el estrés y la ansiedad, proporciona alegría y buena energía.

Durante la cuarentena podés seguir perfumándote porque las fragancias no dañan la piel, si se usan bien, y hay composiciones olfativas ideales para cada estado de ánimo. No tiene por qué ser el que usás habitualmente. Puede ser un agua de colonia de bebé que te recuerde a momentos felices de la infancia, el perfume especial que usabas (y usarás) para salir de fiesta, aquel que llevaste a un viaje que no olvidarás…

Diversas investigaciones han demostrado que la percepción de un nuevo aroma despierta una gran actividad en el cerebro, que se pone en marcha para compararlo con los olores que ya conoce y asociarlo a un momento concreto. Por lo tanto, descubrir aromas diferentes genera nuevas conexiones sinápticas en el cerebro, lo que nos mantiene activos y con la mente bien despierta.

– Si estás cansado, elegí una fragancia floral. Te dará de energía

– Si estás nervioso o estresado, buscá opciones con sándalo. Ees perfecto para la ansiedad y ayuda a relajarse

– Si estás triste, podés optar por aromas orientales y dulces. El gourmand transmite positivismo

– Si te cuesta conciliar el sueño, nada mejor que la lavanda o la mandarina, dos aromas tan relajantes que te ayudarán a descansar

– Si estás alegre, ponete la que quieras. Tu fragancia favorita o esa que tenés guardado sin abrir hace meses.

Si notas la piel especialmente sensible por la falta de aire natural que recibe normalmente, usá poco y en zonas donde no la sientas sensible. Recordá no poner perfume en la ropa, ni en la cara.

Se recomienda que la piel esté previa y correctamente hidratada, ya que así el aroma durará más tiempo
Aplicá el perfume en los puntos de pulso, es decir, en el cuello (justo detrás de las orejas), en muñecas y parte interior de los codos. Con una pulsación de la fragancia en cada zona es suficiente. Para conseguir que el aroma acompañe a lo largo del día, se recomienda aplicar por la mañana y repetir el proceso pasadas entre 6 y 8 horas.