El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, desmintió las versiones que circulan sobre su posible renuncia, atribuyéndolas a una “operación salvaje”. Según fuentes cercanas, ni el presidente Javier Milei ni su hermana, Karina Milei, le han pedido que deje su cargo, a pesar de las crecientes tensiones y rumores dentro del oficialismo.
El 25 de mayo, Posse acompañó al presidente Milei y otros miembros del Gabinete al Tedeum en la Catedral de Buenos Aires, a pesar de los informes que indicaban su inminente salida. “No me pidieron la renuncia, soy víctima de una operación salvaje”, aseguró Posse a sus asesores, atribuyendo los rumores a intentos de generar una crisis desde dentro o fuera del Gobierno.
La situación de Posse se volvió más incierta después de que Milei, en una entrevista con Luis Majul, no desmintiera categóricamente los rumores de su renuncia, señalando que “después de que se vote la ley Bases, todo el Gabinete va a entrar en revisión“. Posse afirmó haber discutido la cuestión con Karina Milei, quien negó cualquier intención de destituirlo, atribuyendo los rumores a malentendidos creados para dañar al Gabinete.
Posse también se defiende de las críticas sobre su gestión, especialmente las acusaciones de retrasos en los nombramientos de funcionarios. Subrayó que estos retrasos se deben a la detección de posibles casos de corrupción y negó que la influencia del expresidente Mauricio Macri haya sido un factor en estas demoras. “Estamos denunciando ‘curros‘ de posible corrupción, y eso genera enemigos”, afirmó.
La presencia del funcionario en el Gobierno sigue siendo un tema de debate interno. Su liderazgo en áreas clave como la Agencia Federal de Inteligencia y su relación con la administración estadounidense, incluyendo reuniones con altos funcionarios como Jake Sullivan y Anthony Blinken, son puntos destacados de su gestión. A pesar de los rumores y críticas, Posse mantiene su postura firme, asegurando que solo dejará su cargo si se lo pide directamente el presidente Milei.
