
Cuando desde el oficialismo no ocultan sus preocupaciones por una eventual derrota en las elecciones presidenciales de 2023, en Tucumán quieren evitar que dicho escenario repercuta también en la elección a gobernador, donde también el Frente de Todos pone en juego el puesto, y adelantaran los comicios a fin de que no coincida con las elecciones nacionales.
Así lo confirmó el mandatario interino de Tucumán, Osvaldo Jaldo, quien manifestó que las elecciones ejecutivas provinciales serán desdobladas del calendario electoral nacional, por lo que no coincidirán con las presidenciales. En diálogo con la prensa, el vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo norteño (por el pedido de licencia del jefe de Gabinete, Juan Manzur) confirmó que el 4 de junio del año que viene los tucumanos deberán concurrir a las urnas para renovar las autoridades locales.
A nivel nacional, de acuerdo a lo establecido por el Código Nacional Electoral, las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) deben realizarse el segundo domingo de agosto, mientras que las generales deben llevarse a cabo el cuarto domingo de octubre: es decir que los argentinos deberán elegir acudir a las urnas el 13 de agosto y el 22 de octubre del año próximo para los comicios presidenciales.
Se trata de la primer provincia oficialista que desdobla los comicios presidenciales para que no se vean afectados por un eventual escenario negativo del Frente de Todos a nivel nacional en 2023. Tucumán es un distrito electoral importante para el oficialismo que suele beneficiarse por un “arrastre” en la lista cuando los tucumanos eligen autoridades locales del mismo signo político