La suba récord del dólar de este jueves repercutió en otro indicador financiero clave como el riesgo país. El índice que elabora el banco JP Morgan y que marca el precio extra que debe pagar el Estado para conseguir financiamiento trepó casi 40 puntos en un día y llegó a 783, por lo que quedó al borde de quebrar el nivel máximo del año.
El repunte del riesgo país estuvo acompañado por otra jornada negativa en las cotizaciones de las acciones en Wall Street. Las compañías argentinas volvieron a caer a ritmo de hasta 5,9% y los bonos finalizaron la jornada con números en rojo, lo que marca que los grandes inversores siguen desprendiéndose de los activos nacionales.
Estas ventas generalizadas de acciones y bonos argentinos hicieron repuntar el índice que administra JP Morgan. El riesgo país es considerado por muchos analistas como el termómetro más preciso sobre la situación financiera del país. Por eso alertaban, en tiempos de tranquilidad cambiaria, que el Gobierno debía esperar una baja fuerte de ese indicador para considerar que los riesgos habían pasado.
El riesgo país refleja cuál es el costo adicional que tienen que pagar los emisores de deuda argentinos (ya sea el Estado nacional, provincias o compañías) para obtener financiamiento en los mercados, en comparación con uno de lo que rinde el bono a 10 años del Tesoro de los Estados Unidos. En números simples, como actualmente esa tasa estadounidense es de 2,64%, el Gobierno debería agregar 783 puntos (7,83%) de rendimiento para conseguir dólares en el exterior. Hoy esa cuenta daría un porcentaje cercano a 10,50%.
Esa tasa necesaria para emitir deuda es considera alta. Como ejemplo, la última vez que el Ministerio de Hacienda colocó deuda en el mercado internacional, en enero de 2018, los bonos que emitió a 10 años tuvieron una tasa de interés de 6%.
Con este incremento de casi 40 puntos, el riesgo país volvió al nivel más alto desde el 2 de enero, cuando había sido de 791 puntos. El récord de toda la presidencia de Mauricio Macri tuvo lugar el pasado 27 de diciembre, cuando alcanzó los 837 puntos. La tranquilidad cambiaria y el “veranito” financiero hicieron descender el riesgo país hasta 635 puntos a principios de febrero.