Este domingo comenzaron las elecciones para elegir presidente y representantes del Poder Legislativo en Ecuador. El proceso electoral consta de la posibilidad de llevarse a cabo una segunda vuelta entre los dos candidatos mejor posicionados en caso que ninguno cumpla con los requisitos para imponerse en la primera: sumar la mitad mas uno de los votos (es decir, más del 50%) o acumular un 40% de los sufragios y tener más de un 10% de ventaja frente a quien salga segundo.
Los dos principales aspirantes a la Presidencia del país sudamericano son el actual presidente, Daniel Noboa, y la candidata del correismo, Luisa González, delfín del ex presidente Rafael Correa (2007-2017), cuya sombra sigue ejerciendo influencia en la política ecuatoriana en tanto líder del centroizquierda. Las encuestas previas a la elección de hoy dan favoritos tanto al mandatario como a la postulante por la oposición.
En Ecuador, el voto es obligatorio para las y los ciudadanos de entre 18 y 64 años, y optativo para jóvenes de 16 y 17 años, y adultos mayores de 65. La votación se dará en un marco de crisis de seguridad marcada por la guerra entre carteles enfrentados por el tráfico de cocaína con ramificaciones en actos de violencia política como el magnicidio acontecido contra un candidato a presidente en la pasada elección, y también económico, en este caso por una pesada deuda externa que jaquea el funcionamiento de la dolarizada economía ecuatoriana.
El presidente Daniel Noboa, heredero del millonario clan Noboa que monopoliza la industria bananera ecuatoriana y también ejerce una gran influencia en la política, ganó la anterior elección, convocada en 2023 por el expresidente Guillermo Lasso luego de renunciar debido a un caso de corrupción en el que se lo vinculó a la mafia albanesa, y terminó el mandato dejado inconcluso por su antecesor.
Desde entonces, se situó en línea con las políticas del presidente de El Salvador Nayyib Bukele, y más tarde, con el mandatario Javier Milei, e imprimió una política de mano dura y militarización frente a la criminalidad desplegada por la guerra narco, sin embargo los números que deja contradicen su gestión con una tasa de 28 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Enfrente tendrá a Luisa González, puesta por el expresidente Rafael Correa como principal candidata opositora. Quien también compitió en la elección de 2023 y quedó segunda, detrás de Noboa. La postulante del centroizquierda promete políticas que integren seguridad con justicia social, mientras que el oficialismo derechista promete consolidar la mano dura contra la delincuencia, sin embargo, predomina el escepticismo en el electorado y la opinión pública en cuanto a las capacidades que ambos para resolver los graves problemas que enfrenta la nación sudamericana.
Las elecciones en Ecuador tendrán lugar en un contexto enrarecido por la inseguridad ligada al poder narco que todavía condiciona al estado de derecho. En ese marco, las fuerzas de seguridad advirtieron que existe la posibilidad de que se produzcan atentados contra la seguridad y el proceso electoral.