Tras cinco meses de conflicto en la Franja de Gaza, este lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por primera vez una resolución que exige un “cese del fuego inmediato”, una decisión que marca un hito en los esfuerzos por poner fin a la violencia en la región.
La resolución fue aprobada con 14 votos a favor y una particular abstención de Estados Unidos, que desató una crisis con su aliado israelí.
Al respecto, Israel expresó su descontento con la resolución y la abstención estadounidense. “Se trata de un claro retroceso en comparación a la posición constante de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad desde el inicio de la guerra”, subrayó un comunicado de la oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Tras el descontento por la posición de la Casa Blanca, Israel canceló la visita de una delegación que debía viajar a Washington y argumentó que la abstención estadounidense perjudica su ofensiva contra Hamas y complica los esfuerzos para liberar a los rehenes capturados por el movimiento islamista.
En este sentido, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, enfatizó: “No tenemos derecho moral a detener la guerra mientras siga habiendo rehenes en Gaza”.
La resolución de la ONU, impulsada por los miembros no permanentes del Consejo, “exige un alto el fuego inmediato para el mes de Ramadán” –que comenzó hace quince días– y abrir el camino hacia una solución duradera al conflicto.
“Desde hace cinco meses el pueblo palestino sufre terriblemente. Ese baño de sangre se ha prolongado demasiado. Tenemos la obligación de terminarlo. Finalmente, el Consejo de Seguridad asume sus responsabilidades”, apuntó el embajador de Argelia, Amar Bendjama.
El pasado viernes, Rusia y China habían vetado un proyecto de resolución propuesto por Estados Unidos, que señalaba la “necesidad” de un “alto el fuego inmediato” en Gaza.
La propuesta norteamericana vinculaba ese alto el fuego a la liberación de los rehenes capturados por Hamás en su ataque en Israel el 7 de octubre, que desencadenó el actual conflicto. Sin embargo, de acuerdo a los países árabes, el texto norteamericano no exigía explícitamente un alto el fuego inmediato y utilizaba unos términos ambiguos.
El reciente cambio en la postura de Washington respecto al apoyo a Israel marca un punto de inflexión en el conflicto israelí-palestino y en la dinámica dentro del Consejo de Seguridad de la ONU. La presión de la opinión pública, intensificada por la campaña electoral en Estados Unidos, parece haber influido en esta modificación de la postura estadounidense, que históricamente se ha opuesto al término “alto el fuego” en las resoluciones de la ONU relacionadas con Israel.
La aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad, fruto del esfuerzo de los miembros no permanentes y de negociaciones intensivas con Estados Unidos, busca poner fin a una de las escaladas de violencia más graves en la Franja de Gaza.
La respuesta de Israel al ataque de Hamás ha resultado en un devastador número de bajas, con al menos 32.333 muertos, según cifras proporcionadas por el ministerio de Salud de Hamás, y la retención de alrededor de 130 rehenes en Gaza, de las que 33 habrían muerto.
Esta resolución, aunque centrada en el cese de las hostilidades, también subraya la división persistente dentro del Consejo de Seguridad respecto a la cuestión israelí-palestina. A pesar de esta división, la aprobación de una resolución que llama a un alto el fuego representa un avance significativo hacia la atención de las necesidades humanitarias y podría sentar las bases para un diálogo más amplio sobre la paz y la seguridad en la región.
Tras conocerse la resolución de la ONU, Hamás solicitó al Consejo de Seguridad “que presione a la ocupación (Israel) para que cumpla el alto el fuego y detenga la guerra de genocidio y la limpieza étnica contra nuestro pueblo”.
A través de un comunicado vía Telegram, Hamas recordó “la necesidad” de que ese alto al fuego sea permanente y conduzca a la retirada de las tropas israelíes de la Franja, así como al retorno de las cientos de miles de personas desplazadas del norte del enclave palestino.
