Un fallo histórico obliga al gigante de internet a retribuir a lo productores del contenido que trafican en sus plataformas.
El martes pasado el Parlamento Europeo aprobó una reforma de los derechos de autor que supone un antes y un después en la industria de los medios de comunicación digitales.
Los medios reclaman la retribución por lo que producen y que luego Google, YouTube o Facebook replican generando tráfico y clicks, pero sin pagar nada a quienes generaron en primer lugar dicho material.
El artículo 11 del texto aprobado por los diputados europeos crea un “derecho afín” o “derecho conexo” de los derechos de autor. Esto permitiría a editores de prensa obtener una mayor remuneración por el uso de su producción por agregadores de noticias, como Google news, o posteos en redes sociales.