El pueblo griego concurrió a las urnas el pasado domingo y se pronunció contra el ajuste que la Unión Europea la impuso a su país para salir de la crisis de deuda soberana que lo imposibilitó a pagar sus obligaciones con sus acreedores.
El país tiene una deuda pública de unos 320.000 millones de euros. La Unión Europea (UE) y el FMI le han concedido créditos por unos 240.000 millones de euros, y en concordancia con la idea de la alemana Ángela Merkel, le han exigido austeridad a cambio de la ayuda.
El rechazo a los ajustes que golpearon a la ciudadanía fue el caballito de batalla de la campaña de la izquierda. “Grecia deja atrás la catastrófica austeridad, deja atrás el temor y el autoritarismo, deja atrás cinco años de humillación y sufrimiento”, dijo Tsipras, ante miles de seguidores en Atenas el domingo.
Los resultados de las elecciones fueron los siguientes: Luego de Syriza, los conservadores de Nueva Democracia obtuvieron un 27,81 %, el tercer lugar lo tienen los neonazis de Amanecer Dorado con un 6,28 %. Le siguen los centristas del nuevo partido To Potami (El Río), con un 6,05 %, los comunistas del KKE, con el 5,47 % y la formación Griegos Independientes, derecha nacionalista, con un 4,75 %.El último lugar lo obtuvo Pasok (socialdemócratas), con un 4,68 % de los votos.
Acorde al sistema político griego, el victorioso Syriza obtiene 149 escaños, y se queda por tanto a dos diputados de lograr la mayoría absoluta, necesaria para formar gobierno, por lo que, este lunes anunciaron su unión con Griegos Independientes.
Ambas formaciones tienen en común el rechazo a las medidas de ajuste impuestas al pueblo griego por los organizamos de la Unión Europea. Ante los resultados, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió que cualquier gobierno griego que surja de las elecciones “deberá respetar los compromisos asumidos con la UE”.
Foto: Reuters