El presidente ruso convocó al diálogo inmediato respecto a Crimea. Asimismo, el vocero del Kremlin aseguró que esto no implica que Moscú ahora respalde la alzada independentista de los rebeldes de ese país.
Las apreciaciones del líder ruso, dos días después de que públicamente comparara al gobierno de Kiev con el régimen Nazi y advirtiera a Occidente que “no se metiera con nosotros”, surgieron mientras Europa y Estados Unidos preparan potenciales sanciones futuras para detener lo que, según dicen, se trata de una intervención directa de Rusia sobre la guerra civil ucraniana.
Alemania mostró preocupación sobre la sospecha de que Moscú podría estar intentando establecer un corredor para asistir a Crimea, anexada a ese país en marzo, mientras que el conflicto que lleva cuatro meses de duración, se trasladó a territorio marítimo por primera vez, este domingo. Los separatistas dijeron haber disparado a un buque ucraniano en el Mar de Azov, con artillería terrestre, mientras que le vocero del ejército en Kiev, anunció que una operación de rescate fue puesta en práctica.
Tropas ucranianas y residentes reforzaron hoy el puerto de Mariupol, la próxima gran ciudad en el camino de los militares pro-rusos, quienes forzaron el retroceso del frente a cargo del Gobierno, a lo largo del Mar de Azarov, la semana pasada en medio de una ofensiva en un nuevo frente.
Ucrania y Rusia intercambiaron soldados que habían invadido territorio ajeno, respectivamente, cerca del campo de batalla, donde Kiev asegura que las fuerzas moscovitas se hicieron presentes para asistir a los insurgentes pro-rusos, inclinando el balance militar en favor de los rebeldes.
El diálogo debe ser llevado a cabo de inmediato “y no sólo respecto de aspectos técnicos, sino sobre la organización política de la sociedad y el Estado, en el sudeste de Ucrania”, dijo Putin en una entrevista con el Canal 1 estatal. Por su parte Moscú, dijo el mandatario, no puede permanecer a un lado mientras el pueblo está siendo asesinado “casi a quemarropa”.
El uso de la palabra “Estado”, fue interpretado por los medios Occidentales, como un respaldo implícito a las demandas independentistas de los rebeldes, hecho que Rusia se había abstenido de anunciar hasta el momento.
Dimitri Peskov, vocero de Vladimir Putin, expresó que no existe aprobación desde el gigante europeo, sobre la independencia de los rebeldes. Al ser indagado respecto de si “Nueva Rusia” (término utilizado por utilizado por los insurgentes pro-rusos para referirse al territorio en disputa), debería seguir perteneciendo a Ucrania, Peskov respondió “por supuesto. Solamente Ucrania puede trabar un acuerdo con Nueva Rusia, considerando los intereses de Nueva Rusia y este es el único modo de alcanzar estabilidad política”.
Fuente: Reuters