Vacunos: ¿A qué se le llama estrés calórico?

No hay dudas de que el excesivo calor, algo típico del verano,  se lleva puesto unos cuántos litros de leche y otras disminuciones productivas y reproductivas debido a su impacto. No solo es importante tratar de atenuar el efecto directo del mismo, sino que también se deben considerar las distintas alternativas a nivel manejo del rodeo que pueden disminuir sobremanera los aspectos indirectos que el calor tiene sobre los animales.

¿A Que se llama estrés calórico?

Se estima que cuando la temperatura máxima supera los 25ºC, el ambiente es estresante para los animales. En condiciones cálidas y de elevada humedad atmosférica se reduce la pérdida de calor por evaporación a través de la piel y del tracto respiratorio, incrementando el nivel de estrés. La alta humedad también representa un problema sanitario porque contribuye a la proliferación de patógenos: bacterias, hongos y ectoparásitos.

Para evaluar el impacto ambiental en el ganado lechero, se utiliza comúnmente el índice de temperatura y humedad (lTH). EI valor del ITH límite (donde comenzarían a sufrir las vacas de alta producción) se encuentra por encima de 72. Un índice superior a 74 implicaría altos riesgos; los registros de temperatura media del aire son mayores a 25ºC con una humedad relativa por encima del 60%.

También es muy importante el número de horas diarias de estrés. Si éstas son demasiadas, se ve limitada la capacidad del animal para eliminar calor durante el período nocturno. La cantidad de horas de estrés para las principales cuencas lecheras del país se presenta en el cuadro siguiente:

Todas las cuencas presentan horas de estrés durante la estación estival. Los valores son promedios de 10 años y representan el día medio de cada mes. Sin embargo, dada la variabilidad diaria y anual existen días y/o períodos con mayor número de horas de estrés que las consignadas en el cuadro.

Estrés por calor y su impacto en la productividad lechera

Cuanto mayor es el nivel de producción, más sensible es el animal al estrés térmico y, por lo tanto, más marcada será la disminución de su rendimiento. En las vacas tipo Holstein americano de alta producción (+ 24 litros/día ) el rendimiento de leche puede disminuir hasta un 25%. La raza Jersey y sus cruzas son más resistentes a las altas temperaturas. Este dato es de interés para ser tenido en cuenta en posibles planteos de cruzamientos para producción de leche en zonas cálidas.

Desde el punto de vista de la calidad de leche, el estrés por calor representa un factor negativo , dado que debido a los trastomos digestivos y metabólicos, se altera su composición química con disminuciones importantes en la concentración de proteína en leche.

Por otra parte, durante la estación cálida pueden ocurrir pérdidas de eficiencia reproductiva dado que en vacas estresadas se reduce significativamente la intensidad de los celos lo que conlleva a un aumento de celos «no observados» – y puede disminuir marcadamente la tasa de concepción. En la cuenca lechera central, por ejemplo, ésta es aproximadamente 10% menor en verano que en el resto de las estaciones.

Estrategias de manejo para el verano

Para minimizar el impacto negativo del estrés por calor en vacas lecheras se pueden utilizar las siguientes estrategias:

Suministro de dietas equilibradas y de mayor contenido energético.
Abundante y constante abastecimiento de agua de bebida de buena calidad.
Mayor frecuencia de suministro de los alimentos.
Suministro de sombra en horas y lugares claves (evitar largas caminatas al ordeño).
Refrescado mediante combinación de aspersión y ventilación.
¿A qué se deben estas estrategias?

EI consumo voluntario de materia seca es el principal factor determinante de la producción. AI disminuir el consumo por efecto del calor, se afecta la disponibilidad de nutrientes (energía, proteínas, minerales, etc.) y el animal entra en lo que se denomina balance energético negativo.
En estrés térmico las dietas con altos contenidos en fibra de lenta tasa de digestión, comunes de encontrar en las pasturas de verano, aumentan la producción de calor y, en consecuencia, la temperatura corporal de los animales, por la fermentación y el metabolismo de cantidades excesivas de fibra.
Toda formulación de dieta que Ileve a una óptima fermentación ruminal será beneficiosa para un balance positivo de energía. Si en las dietas se suministra proteínas de alta degradabilidad ruminal, sin una concomitante fuente de carbohidratos fácilmente fermentescibles (azúcares, almidón), el animal necesitará energía extra para detoxificar los excesos de urea, situación también bastante común en sistemas pastoriles. La principal consecuencia de estos desbalances es la disminución en la síntesis de proteína microbiana que es la principal fuente de proteínas lacteas.
Una mayor densidad energética y raciones mejor balanceadas; por ejemplo, cuando se incluyen fuentes variadas de concentrados energéticos y proteicos de tipo «pasantes» (grasas y proteínas que se digieren a nivel del intestino) mejora el consumo y disminuye el calor metabólico. Sin embargo, estas dietas podrían provocar una reducción en la concentración de grasa butirosa, por falta de fibra efectiva (que es la que contribuye a mejorar las condiciones de rumia y masticación y que también se encuentran deprimidas en las vacas con estrés). Por lo tanto, la calidad y el tamaño de la fibra son factores fundamentales a considerar.
Es conveniente además, incrementar la frecuencia de suministro de alimentos debido a que los animales bajo estrés tienen su apetito deprimido y serán incapaces de consumir todo lo que necesitan en unas pocas comidas diarias.
La disponibilidad de agua de bebida en ambientes cálidos puede transformarse en una de las principales limitantes para vacas de alta producción, ya que éstas son capaces de beber más de 100 litros por día. EI abastecimiento de agua debe incrementarse en un 30 a 50% durante el verano.
La calidad del agua de bebida es, con frecuencia, una de las causas que limitan su ingestión. Para evitar mermas importantes en la producción las características químicas, físicas y bacteriológicas del agua deben ser cuidadosa y periódicamente evaluadas. Con respecto a la temperatura del agua, se han realizado numerosos ensayos cuyos resultados coinciden en destacar que éste no es un factor de importancia, si se suministra mediante flujo «continuo».
En relación con la nutrición mineral, las vacas de alta producción bajo condiciones de estrés por calor aumentan sus necesidades de sodio y potasio, debido a un desbalance electrolítico, por lo tanto, se recomienda chequear el balance de estos elementos en las raciones.
¿Podemos modificar un ambiente estresante para el animal?

La sombra de árboles es una de las más efectivas dado que no sólo disminuye la incidencia de la radiación, sino que también produce una disminución de la temperatura del aire por la evaporación de agua desde las hojas.

No existen dudas acerca de las ventajas de una buena forestación. Sin embargo, si los árboles se utilizan sólo como sombreadores, es necesario destacar algunas desventajas como que los árboles pueden verse adversamente afectados por el exceso de heces y orina acumulados en el suelo, lo que llega, incluso, a producir su muerte.

Como alternativa, se pueden utilizar sombras artificiales. Las sombras de materiales compactos como las láminas de zinc, son adecuadas para zona donde el estrés es constante a lo largo del año y se requieren estructuras durables. En general, son de diseño complejo, costosas y se adecuan a sistemas estabulados de producción de leche.

Las estructuras basadas en la utilización de redes plásticas («80%») son más adecuadas para zonas donde hay una estación cálida definida como en Argentina, donde se pueden adoptar manejos que contemplen encierres estratégicos o semi-estabulación.

Actualmente, se utilizan redes plásticas que producen diferentes porcentajes de sombra y pueden montarse sobre diversos materiales, desde perfiles metálicos hasta postes de árboles de distintas especies. La altura mínima debe ser de 3 metros y es conveniente que tengan una inclinación para evitar la acumulación de agua de lluvia sobre la red.

La disponibilidad de sombra recomendada varía entre 3 y 5 m2 por animal. Si las dimensiones del corral lo permiten, es conveniente una estructura de 4 m de ancho, con el largo en función del número de animales a alojar. La ubicación de la estructura es un factor importante, dado que se deben evitar, por todos los medios, las largas caminatas desde o hacia la sala de ordeño. Lo ideal es que se encuentre ubicada aledaña a la misma.

Las estructuras con redes plásticas permiten también el diseño de sombras móviles, que se pueden construir con perfiles de caños. Las mayores desventajas son la fragilidad y la limitación en su tamaño, dado que aún construyendo varios módulos, puede producirse hacinamiento porque por el hábito gregario de las vacas lecheras que eligen sólo algunos para alojarse.

Una medida apropiada para brindar más confort a la vaca es el sombreado del corral de espera a la sala de ordeño. No debe perderse de vista que el ordeño es un momento clave durante el cual se producen una serie de cambios hormonales que conducen a la eyección de la leche. Todo tipo de estrés en este período compromete el proceso.

Sistemas de refrescado (aspersión-ventilación)

La combinación de aspersores y ventiladores es un sistema apropiado para los corrales de encierre en los sistemas bajo confinamiento y para el corral de espera a la sala de ordeño en cualquier sistema de manejo, en especial los del tipo pastoril.

Los aspersores (de uso frecuente en horticultura) deben producir una fina Iluvia con un tamaño de gota suficientemente grande como para penetrar la cubierta del animal, evitando mojar las ubres. Para ello, es conveniente trabajar con un ciclo de humedecimiento de 40-45 segundos y media hora de ventilación forzada. A modo ilustrativo, el sistema de humedecimiento debería regularse para simular una Iluvia de 100 mm por hora y la potencia de los ventiladores de por lo menos 2-3 m/seg. En días de calor intenso el lote de vacas de alta producción debería recibir entre 4 y 6 ciclos de refrescado.

Combinación del pastoreo, la suplementación, la sombra, el ordeño y el refrescado

Solamente a modo de referencia se describe a continuación un manejo alternativo para el verano, que puede adaptarse a cualquier tambo pastoril típico de nuestro país:

Horarios de inicio de ordeño: 8 y 18:30.
Horario encierro bajo sombra: 9:30 a 18:30.
Horarios pastoreo: 20:30 a 7:30 del día siguiente (la máxima actividad de pastoreo se concentra entre las 20-23 y las 3-6).
Horarios suministro de alimento adicional:
a- inmediatamente luego del ordeño matutino.
b-14-15 horas bajo la sombra.
c- luego del ordeño vespertino, antes de la salida a pastoreo.
Horarios de refrescado (en el corral de espera):
a- espera al ordeño matutino.
b- espera al ordeño vespertino.
c- 13-14, antes del suministro de alimento adicional bajo la sombra.

Si la tercera refrescada resultara operativamente demasiado complicada para todo el rodeo, podría realizarse sólo para las vacas de «punta». En esos casos, habría además que analizar la posibilidad de incorporar un tercer ordeño, luego de la sesión de refrescado. En vacas de alta producción, el tercer ordeño puede incrementar el rendimiento por vaca en un 10-15%.

Por: Gastón Pepa | Tw: @gauchitosmu| gastonpepa@hotmail.com