El estadounidense demostró toda su jerarquía en los últimos hoyos y se calzó la Chaqueta Verde por quinta vez en su carrera. Consiguió el 15º Major y quedó a tres del récord de Jack Nicklaus.
Tiger Woods no dejó de escribir la historia, simplemente se tomó un impase más largo de lo imaginado, para seguir haciéndola. Once años sin poder ganar un torneo de Grand Slam, cuando estaba tan cerca de los 18 de Jack Nicklaus, ha sido la ventaja que dio el jugador más grande de las últimas dos décadas. En el medio, problemas familiares, adicciones, lesiones múltiples y varias intervenciones quirúrgicas, que quedaron enterradas para siempre con un triunfo vibrante y explosivo en el Masters de Augusta. Su quinta Chaqueta Verde, tal vez, la más preciada junto a la primera de 1997.La jornada final fue electrizante, a punto tal que, faltando cuatro hoyos para el final, había 5 punteros, que así de rápido como llegaron, se terminaron diluyendo tras los birdies del 15 y el 16 que lograra Tiger Woods. Ese fue el sello a un certamen que tuvo un final incierto hasta el final.El italiano Francisco Molinari, quien era el líder con dos golpes de ventaja al cabo de la tercera ronda, se mantuvo hasta el hoyo 12, pero un doble bogey allí y otro en el Par 5 del 15 hundieron para siempre sus esperanzas de ganar. Dustin Johnson, quien había estado apagado durante los primeros 9 hoyo, pareció renacer clavando 3 birdies consecutivos en el 15, 16 y 17, pero ya era demasiado tarde. Schauffele y Koepka también hicieron denodados esfuerzos para desplazar a Tiger, pero sus esfuerzos fueron infructuosos.El balance de los jugadores argentinos no fue para nada positivo. Ángel Cabrera fallo el corte y Emiliano Grillo cerró con una ronda muy floja de 76 golpes, la peor de las 4 rondas, para concluir en el 62° lugar
Red Woods, en alusión a su habitual vestimenta en la ronda final, terminó aniquilando a sus rivales. Hay una frase que dice “nunca pelees con alguien dispuesto a morir en la batalla” Y sus rivales terminaron de darse cuenta el motivo por el cual no es bueno tener a Tiger cerca en la jornada final. Woods no dejó de escribir la historia. Continúa haciéndola, más allá de que muchos daban por terminado su ciclo. Sus 15 Grand Slam lo dejan ahora a tres del récord y, sus 43 años, en una carrera contra reloj, que puede resultar escueta, pero suficiente para intentar lograrlo.