El zurdo autodidacta, superó por tres golpes a Spieth y Blixt y de esta manera se consagro campeón por segunda vez del torneo de maestros.
Bubba Watson, ayer volvió a bordar su nombre en el certamen que otorga el saco verde y que es el desvelo de todo profesional.
Aprovechando la ausencia de Tiger Woods, el cual no participó de esta edición, el jugador de 35 años logró apoderarse de la punta desde la segunda jornada y no la soltó más.
Watson es considerado un exótico talento, pues practica todo tipo de golpes de fantasía en los circuitos del PGA Tour. Es una persona que rompe el molde de los golfistas ya que no teme emocionarse y largarse en un llanto, en un deporte de sentimientos contenidos.
Bubba, ganador de seis torneos del máximo circuito, ya prepara el menú de la Cena de Campeones de 2015. “Nunca me gustó mucho el verde”, dijo, cuando el campeón saliente, el australiano Adam Scott, le colocaba la chaqueta al actual campeón. Un hombre y una frase que rompe con todo el estereotipo de estas competencias, como su juego el cual es siempre indescifrable e inesperado.
