El conjunto cordobés perdió la categoría luego de 8 temporadas en Primera División. Venció 1-0 a Godoy Cruz con gol de Cuero pero no alcanzó para forzar un desempate.
Belgrano ascendió en 2011 luego de superar 3-1 a River en el global de la promoción. El Celeste venció 2-0 al Millonario en el Gigante de Alberdi y con gol de Farré logró el 1-1 en El Monumental que sentenció el descenso de River y el tan recordado ascenso del Pirata.
Tras 8 temporadas en Primera División, con participación en Copa Sudamericana en el medio, Belgrano se encuentra en la zona roja de los promedios. Malas campañas y la reducción obligatoria de equipos de la máxima categoría del fútbol argentino, llevaron al conjunto cordobés al descenso.
🏴☠️🏟#JuegaBelgrano | Final del partido en Alberdi.
🔵 #Belgrano 1 (Cuero) – 🔘 #GodoyCruz 0. pic.twitter.com/I6qEDGRqn5— Belgrano (@Belgrano) April 7, 2019
La salida de Matías Suárez parece ser la explicación de Armando Pérez, el presidente del club, pero ¿Es ese el verdadero motivo? Hace solo 5 años, Talleres se encontraba en el Federal A, y hoy pelea por entrar a las copas. ¿Por qué traer a la T a esta nota? Simple, porque ese es el punto en comparación. El albiazul superó un mal momento de su historia para recuperarse y volver primera, al punto de hacerle frente a Boca en la lucha por la Superliga 2017/18. El manejo dirigencial de Talleres llevó al equipo a planos internacionales. La llegada de jugadores como Dayro Moreno, el regreso de Sebastián Palacios, los préstamos de Tomás Pochettino y Andrés Cubas. Entrenadores como Frank Darío Kudelka, del Federal A a la pelea por le título de la Superliga, y su reemplazante Pablo Vojvoda, que sin lograr los mismo resultados, consigue la aprobación del hincha y la mirada positiva de los amantes del fútbol.
En cambio, el Pirata, que hace unos años atrás se había posicionado de mitad de tabla hacia arriba, vendió jugadores como Zelarayán y Rigoni, lo que le permitió un ingreso económico importante para el club, pero a la hora de incorporar, falló. Suárez arribó para pelear la permanencia, pero a principio de 2019 dejó atrás la 10 de Belgrano para calzarse la 7 de River. Para el delantero llegó la oportunidad que esperaba, la que le permitió vestir la camiseta de la Selección Argentina y soñar con la participación en la Copa América de Brasil 2019. Maurício Cuero, Anthony Uribe, Marcelo Meli, entre otros, fueron las incorporaciones de verano, además de Diego Mendoza, quién llegó como reemplazo de Matías Suárez. Los refuerzos no estuvieron a la altura de los que se fueron y ahí está uno de los problemas más graves de las últimas temporadas.
Pero no solo hay que recaer en los jugadores, sino también en la elección de entrenadores. Tras las salida de Ricardo Zielinski, en junio de 2016 y con 200 partidos como Director Técnico pirata, el club no pudo hacer pie con los nuevos entrenadores, que no llegaron a cumplir 1 año en su cargo. Primero Esteban González, que se retiró del fútbol y se puso el buzo de DT el 1º de julio de 2016, pero los malos resultados lo llevaron a dejar su cargo a los 4 meses de haber asumido. Luego de ‘Tete’, quién dirigió de noviembre de 2016 a abril de 2017 fue Leonardo Madelón. El actual técnico de Unión de Santa Fe tampoco pudo levantar el nivel de Belgrano y dejó su lugar a Sebastián Méndez, que estuvo al frente del equipo de abril a octubre de 2017. En octubre de ese año, Pablo Lavallén, de buena campaña en Atlético Tucumán, tomó el puesto vacante y se sentó en el banco pirata, pero a final de la temporada 2017/18, el actual DT de Colón, dejó el cargo como entrenador celeste. Quién reemplazó a Lavallén de julio a octubre de 2018 fue Lucas Bernardi, el técnico del próximo rival de Belgrano. Bernardi no dejó una buena imagen y tras caer 3-0 con Talleres, llegó Diego Osella. El entrenador santafesino no logró recuperar el nivel de Belgrano y a pesar del resultado frente al Tomba, el Pirata jugará la próxima temporada en la B Nacional.
Ahora es momento de cambios, en todos los aspectos. Futbolistas, dirigentes, cuerpo técnico y principalmente cambio de mentalidad. El objetivo es volver a la máxima categoría, pero para eso hay que pensar a futuro. Muchos juveniles que en sub 20 y sub 17 muestran aptitudes de primera. Será hora de preparar a los chicos para que sean los hombres que Belgrano necesita para regresar a Primera División lo antes posible.