Una madrugada del 22 de mayo de 1976, el guardaespaldas de un mafioso en Nevada asesinaba a “Ringo”. Murió a los 33 años.
Oscar Bonavena nació en el barrio porteño de Parque Patricios, un 25 de septiembre de 1942. Hincha fanático de Huracán, fue allí donde comenzó a boxear hasta convertirse en campeón amateur en 1959. Luego emigraría hacia los Estados Unidos para iniciar su carrera profesional.
Luego de años de sacrificio, le llegaría la oportunidad de su vida: pelear ante Muhammad Alí en el Madison Square Garde de Nueva York. Será una pelea recordada por todos los argentinos y el mundo, ya que “Ringo” casi noquea a Alí, y ante todos los pronósticos llegó al último round donde finalmente cayó.
Pero el día de su muerte, seis años después de esta inolvidable velada, la realidad de Bonavena era muy diferente. Pasaba sus días en el famoso burdel Mustang Ranch, ubicado en Reno, Nevada. Fue allí donde Ross Brymer, guardaespaldas del lugar, lo asesino de un escopetazo en el pecho. Según diferentes versiones, el mafioso Joe Conforte lo mandó a matar debido a que Ringo tenía un romance con su mujer, Sally Conforte. La historia cuenta que Bonavena había acudido al bar esta noche con motivo final de encontrarse con Sally. Finalmente no se pudo comprobar y Brymer pasó solo 16 meses en prisión.
Así, “Ringo”, el grandote con alma de chico que desde las calles de Parque Patricios conquistó el mundo del boxeo cumplió un deseo inconsciente: morir a los 33 años, la edad de cristo. El cuerpo fue trasladado inmediatamente hacia Buenos Aires donde fue velado en el mítico Luna Park, ante más de 100.000 personas que lloraban la muerte del ídolo del pueblo. Actualmente sus restos se encuentran sepultados en el cementerio de la Chacarita.
