Además, el régimen comunista reducirá el número de crímenes que son punibles con la pena de muerte “paso a paso”, y abolirá sus campos de “reeducación a través del trabajo”.
El gobierno de China dice que la política de hijo único, iniciada a finales de los 70, logró frenar la superpoblación del país y permitió a incontables familias salir de la pobreza. Pero con el tiempo derivó en abusos, como abortos y esterilizaciones forzosas, pese a que ambas medidas son ilegales.
Ahora China realizó un avance en la flexibilización de sus políticas de planificación familiar, ya que las parejas ahora podrán tener dos hijos si uno de los padres es hijo único.
Con respecto al controversial sistema de campos de trabajo, que permite enviar a personas a campos por simple decisión policial, fue abolido a partir del documento que llevaron a cabo las autoridades luego de cuatro días de reuniones.
El país asiático también reducirá la aplicación de la pena de muerte, lo que significa, según el documento, “mejorar la protección de los derechos humanos”.
Por Melisa Müller
