Durante las vacaciones puede que surja un aumento en el consumo de calorías, muchos de ellos ricos en hidratos de carbono y grasas, y un posible incremento de la ingesta de alcohol.
Luego de ellos, llegó el momento de encaminar el organismo hacia una rutina saludable. Hace ya un tiempo tomaron notoriedad la depuración y la limpieza del cuerpo a base de batidos de frutas y verduras, los suplementos elaborados a partir de plantas naturales y otro tipo dietas “mágicas y milagrosas”. Sin embargo, todo esto puede ser perjudicial para nuestra salud y tampoco nos garantizará resultados a largo plazo.
A continuación, diez consejos para que cumplas un plan de alimentación adecuado, con conductas saludables y ejercicios planificados a lo largo del tiempo.
1- No hagas ayunos prolongados
A nuestro organismo no le gusta ayunar y no estamos preparados para ello. Además, en el proceso de obtención de energía sin hidratos de carbono de por medio se producen sustancias perjudiciales para el organismo. Por lo tanto, tenemos que seguir comiendo y en una proporción equilibrada.
2- Tené control a la hora de hacer las compras
Lo ideal es elaborar una lista con los alimentos saludables que vas a consumir durante la semana, sin tentarte.
3- No saltees comidas
Es fundamental respetar siempre las cuatro comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Así evitamos “picotear” alimentos poco saludables y concentrados en calorías.
4- Comé despacio y pensá en lo que estás haciendo
Se recomienda no mirar la televisión o estar trabajando en el momento en que uno se alimenta ya que de este modo se puede disfrutar de la comida y evitar comer en exceso.
5- Tips sobre alimentos
Buscá todas las opciones descremadas de lácteos. En cuanto a las carnes, elegí cortes magros, quitá la piel del pollo antes de cocinarlo y sacá la grasa visible. En cuanto a los vegetales, aumentá su cantidad, variá los colores y optá por las versiones crudas o con poca cocción como las ensaladas para conservar su valor nutritivo.
6- Incorporá frutas
Podés llevar en tu bolso alguna fruta fresca o deshidratada como ciruelas o pasas de uva para las colaciones. De esta manera, evitarás recurrir a las galletitas o a las barras de cereal altas en calorías y poco nutritivas. Elegí las frutas de estación, que te ayudarán a refrescarte.
7- Cuidado con las grasas y los aceites
Inclinarse por aceites de origen vegetal, como oliva o canola, maní, maíz o girasol. Usalos siempre en cantidades moderadas y en crudo (evitá someterlos al calor).
8- Cuidá la ingesta de azúcar
No comas ni bebas productos con gran contenido de azúcar y/o grasas como tortas, golosinas, dulces, pastelería, jugos y gaseosas. Leé las etiquetas y no confundas light con libre ni con bajas calorías.
9- Harinas, con moderación
No te excedas en el consumo de panes, cereales, pastas, harinas y féculas. Cuando los consumas, optá por las versiones integrales con bajo contenido de grasa y sodio.
10- Hidratate
Aumentá la cantidad de líquidos durante todo el día y asegurate de tomar, como mínimo, 8 vasos.
Fuente: Lic. en Nutrición Carolina Caligiuri