A metros de donde muere la peatonal, rodeado de negocios, manteros y de gente que recorre el casco céntrico, se esconde un lugar tranquilo para sentarse a tomar café y leer. Ahí es donde yace el Café del Alba, uno de los bares literarios más pintorescos de la ciudad de Córdoba.
Todo comienza a mediados del 2012, cuando Juan del Campillo -dueño y fundador del bar-, soñaba con tener una librería. Aunque no todo fue color de rosa al comienzo. Juan, tuvo que lidiar con las grandes editoriales, ya que estas no están dispuestas a enviar libros a concesión cuando uno empieza a insertarse en el rubro. Excepto que se maneje una buena suma de dinero. ¡Y qué suma!
Fue en ese momento, que el sueño de la librería pasó a convertirse en un pequeño café. Pero lejos de desmoronar sus deseos, gracias al aporte de editoriales locales e independientes, más donaciones de allegados, la biblioteca que envuelve al local empezó a llenarse de libros y revistas, en su mayoría de artistas de Córdoba.
Pronto las dos o tres mesitas que había, comenzaron a ser más, y la cafetería en muy poco tiempo, pasó a ser además, una gran librería.
El Café del Alba -ubicado en 9 de Julio 482- invita a la gente a sentarse a leer, a sentirse parte de él. Es un lugar de pertenencia no solo para los clientes, sino también para los empleados. Un claro ejemplo de esta identidad, es el caso del “Gringo” Sebastián Ramia, un ex mozo que trabajó en el bar hace unos años, y que hoy sigue vinculado con el café, pero de otra manera.
“El Gringo es más que un ex empleado. Se cree el dueño, y se maneja como tal. Pero él es más que eso, es una especie de socio honorario”, Juan remarca la amistad que aún los une.
El Gringo vendría a ser, lo que es Fontanarrosa en Rosario para el Bar del Cairo. “Devuelvan la pelota”, el libro más vendido del Café, fue escrito por este lindo personaje que, curiosamente, nació y vivió en Canadá hasta los dos años. El lugar de nacimiento es un accidente impredecible, por eso los que conocen al Gringo no se asombran de su procedencia, ellos saben que él es más cordobés que el praliné y la Pritty.
Devuelvan la pelota -el best seller del bar-, es una recopilación de cuentos “desde” el fútbol, visto como un escenario donde transcurren cosas, como podría ser una plaza, un bar o una historia de amor.
“La literatura, el fútbol y la vida se parecen. Son tres espacios que comparten metáforas y sensaciones”, podría ser Galeano el autor de esta frase, pero en este caso es de Ángel Sebastián Ramia, que así figura en el libro.
La historia entre Juan y el Gringo, de cómo se conocieron, es curiosa y va más allá de este interesante lugar. Ambos, hinchas fanáticos de Belgrano, establecieron su primer contacto a través de un Blog hace un par de años. Estos dos amantes de la literatura, tienen algo en común que los une y los seguirá uniendo: el fútbol y la pasión.
Hoy, Juan es el dueño del bar. Mientras que el Gringo es el encargado de organizar los ciclos en vivo de los jueves, en donde se presentan artistas locales y se proyectan videos.
“Es el Café más lindo de Córdoba, es un lugar pionero y de referencia. El espíritu de Juan está representado en el bar”, los elogios sobran del Gringo para su amigo.
Actualmente dentro del lugar, se dictan talleres de todo tipo: de escritura, fotografía, de canto coral, encuadernación, de análisis de la obra de Borges, de pensamiento latinoamericano, de cine y psicoanálisis, y hasta alguien se animó a dar un curso de seducción algún tiempo atrás.
En palabras de su dueño: “no se pretende ser un bar serio, más bien un bar distinto”.
Además de las meriendas, y de los menús que se sirven a diario, el bar ofrece la posibilidad de que la gente lea alguno de los libros expuestos. Que por cierto, son en su mayoría de producción local.
Sin duda, Córdoba está viviendo un momento cultural de suma importancia en la música, el cine y la literatura. Y eso se ve reflejado en el Café.
Por eso, no dejen de conocer el lugar, y si no leen, no tengan miedo: nunca es tarde para empezar a leer.