
Hay veces que no sabemos que hacer con esas marcas que dejamos en nuestra piel por no aguantar el acné y querer sacarlo rápidamente.
1. ¿El grano está rojo? Eso significa que aún no está maduro, así que tienes que esperar. Debes darle unos días antes de entrar a matar.
2. Si empiezas a ver que la punta se pone blanca (vamos, que se llena de pus), es tu momento de atacar. Eso sí, mejor hazlo después de la ducha cuando la piel está limpia y más blanda.
3. La clave es ayudarte con una aguja. Recuerda desinfectarla antes de utilizarla. ¿Cómo? Impregna un trozo de algodón en alcohol y frótalo contra ella.
4. Pincha el grano en diagonal, acertando la estocada: hazlo superficialmente (sin llegar a clavarla) y sobre la parte blanca.
5. Envuelve tus dedos en una gasa limpia o un pañuelo de papel con el fin de absorber el pus y evitar que la piel de alrededor se infecte.
6. Impregna esa misma gasa en alcohol y frota la zona del grano (y alrededores) con el objetivo de limpiarla perfectamente.
7. Es el momento de sacarlo todo. Presiona hasta que veas una gotita de sangre y no quede dentro ningún resto de pus. Si no lo retiras del todo el grano volverá a salir.