Diciembre llegó con un clima de celebración y también con una tendencia que pisa fuerte en todo el mundo: el brillo y las texturas protagonizan los looks de fin de año. Desde eventos formales hasta salidas más relajadas, esta temporada propone jugar con la luz, experimentar con materiales llamativos y animarse a propuestas que elevan cualquier outfit.
Las pasarelas internacionales anticiparon el movimiento y las celebridades lo confirmaron: las prendas metalizadas, los vestidos con lentejuelas, las faldas satinadas y los tops con glitter vuelven a ser esenciales. No se trata solo de brillar, sino de sumar dimensión y movimiento, usando telas que capturan la luz de manera casi escénica.
Las texturas también se imponen como protagonistas. Terciopelo, organza, tul y cuero vegano aparecen en distintas combinaciones, permitiendo contrastes interesantes entre lo suave, lo rígido y lo translúcido. Este mix aporta sofisticación sin perder frescura, ideal para eventos nocturnos o celebraciones al aire libre.
Los colores de la temporada acompañan esta búsqueda de impacto visual: plateado, dorado, violeta, azul eléctrico y rojo intenso son los más elegidos. En paralelo, las tonalidades neutras como negro, nude y champagne se mantienen firmes para quienes prefieren un estilo elegante sin estridencias.
Los accesorios también juegan un rol clave. Carteras mini, sandalias de tiras finas, maxipendientes y makeup con efecto glossy completan looks que buscan atraer todas las miradas. La tendencia beauty acompaña con sombras metalizadas, iluminadores potentes y labios definidos.
En un año donde la moda viene apostando fuerte a la sostenibilidad, muchos diseñadores optaron por materiales reciclados y telas alternativas para lograr este efecto luminoso sin descuidar el impacto ambiental. Las propuestas festivas ya no solo buscan deslumbrar: también reflejan un consumo más consciente.


