El 2025 marca el regreso de la elegancia clásica al centro de la escena. Las alfombras rojas de este año se tiñen de nostalgia, con celebridades que reinterpretan los looks más recordados de décadas pasadas, fusionando glamour retro con las tendencias contemporáneas. La consigna es clara: revivir, reinterpretar y brillar.
El regreso del “Old Hollywood”
El estilo de las grandes divas de los años 50, con siluetas ceñidas, escotes corazón y telas satinadas, vuelve a conquistar los flashes. Figuras como Zendaya y Anya Taylor-Joy encarnan esta estética con vestidos que evocan a Marilyn Monroe o Grace Kelly, pero con un giro moderno: cortes asimétricos, transparencias y detalles metálicos.
Los 2000 están más vivos que nunca
El Y2K glamour sigue firme, pero ahora toma un rumbo más sofisticado. Los vestidos con brillos, tops tipo corset y minifaldas metalizadas regresan a la alfombra roja acompañados por botas altas, makeup brillante y peinados pulidos con gel. Dua Lipa y Kylie Jenner son las máximas exponentes de este revival que combina nostalgia con audacia.
Minimalismo de los 90: menos es más
En contraposición al exceso, también resurge el minimalismo de los años 90. Vestidos lenceros, tonos neutros y líneas puras dominan los eventos más exclusivos. Bella Hadid y Rosalía apuestan por esta estética que resalta la naturalidad, la textura de los tejidos y el poder de la simpleza.
Brillos, lentejuelas y transparencias
Los looks con efecto líquido, lentejuelas iridiscentes y transparencias estratégicas son protagonistas de este año. La tendencia apuesta por materiales que captan la luz desde todos los ángulos, reinterpretando el glamour disco y el futurismo de los 80.
El toque sostenible
El revival no solo mira al pasado: también reinterpreta la moda desde una perspectiva ecológica. Las celebridades optan cada vez más por piezas vintage o rediseñadas por las casas de moda, promoviendo una alfombra roja más consciente.
En 2025, la moda no teme mirar atrás. Entre guiños nostálgicos y modernidad consciente, los grandes eventos de este año demuestran que los íconos nunca pasan de moda: solo se reinventan.

