Nicolás Cabré y Rocío Pardo sellaron su amor en una ceremonia que parece sacada de un cuento. La pareja dio el “sí” el sábado 6 de diciembre en Estancia Bosque Alegre, un espacio natural rodeado de arboledas, lagunas y senderos ubicado cerca de Villa Carlos Paz, Córdoba. El escenario fue clave para crear una estética de “bosque encantado”, la temática elegida por los novios para su gran día.
La ambientación destacó por su romanticismo y simpleza elegante: luces cálidas colgando entre los árboles, flores en tonos neutros, detalles en madera y una propuesta totalmente integrada al entorno natural. El objetivo era que todo se sintiera íntimo, mágico y orgánico, y así fue.
Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó Rufina, la hija de Cabré, quien tuvo un rol central en la ceremonia y acompañó a su papá con enorme ternura. La familia compartió varios de esos instantes en redes sociales, donde ambos describieron el día como “mágico” y lleno de agradecimiento.
La boda fue de estilo íntimo, con familiares y amigos cercanos. Durante la celebración, se vieron distintas postales que reflejaron la personalidad de la pareja: espontaneidad, diversión y un fuerte vínculo con la naturaleza. Incluso hubo guiños lúdicos en la fiesta, con cotillón inspirado en duendes y elementos fantásticos que reforzaron la idea de cuento de hadas.
Con esta celebración en plena sintonía con el entorno y la esencia de ambos, Cabré y Pardo dieron inicio a una nueva etapa, marcada por la calidez familiar y un estilo que prioriza lo emocional por encima del brillo tradicional.



