La Navidad llegó con un brillo totalmente inesperado en Texas, donde el cielo nocturno se transformó en un gigantesco lienzo iluminado gracias a un espectáculo de 5.000 drones que dejó a miles de personas mirando hacia arriba con la boca abierta. La propuesta, pensada para inaugurar la temporada navideña, buscó devolver el foco al mensaje original de estas fechas: el nacimiento de Jesús.
La coreografía aérea —una de las más grandes realizadas en Estados Unidos— combinó tecnología, arte y espiritualidad. Los drones formaron figuras nítidas en el cielo: desde la estrella de Belén hasta el pesebre, pasando por ángeles y escenas bíblicas que parecían cobrar vida en plena noche texana.
El show, que duró varios minutos, fue diseñado con precisión milimétrica. Cada dron estaba programado para crear transiciones fluidas entre una figura y otra, haciendo que el relato visual avanzara como si fuese una historia contada con luz. El público reaccionó con aplausos, emoción y teléfonos en alto para capturar lo que muchos describieron como “una postal celestial”.
Los organizadores señalaron que el objetivo era ofrecer “un recordatorio del verdadero significado de la Navidad”, en un contexto donde muchas veces las fiestas quedan reducidas a compras y locura comercial. La puesta, además de innovadora, apostó a mezclar tradición y tecnología en un mensaje que resonó fuerte entre los asistentes.
Con este despliegue, Texas se convierte en uno de los puntos más comentados del inicio de la temporada navideña, y el show ya circula viralizado en redes por su espectacularidad y su impronta emotiva.

