El film dirigido por Dolores Fonzi fue elegido para representar a Argentina en los Premios Oscar y Goya 2026. Basado en una historia real, combina cine, justicia y perspectiva de género.
La industria del cine argentino vive un momento clave con Belén, la película dirigida por Dolores Fonzi que fue seleccionada para competir como representante nacional en los Premios Oscar y en los Premios Goya 2026. El film, estrenado en septiembre de este año, llega con una fuerte carga emocional y social, posicionándose como una de las producciones más poderosas del panorama regional.
Basada en el libro Somos Belén de Ana Correa, la película retrata el caso real de una joven tucumana que sufrió un aborto espontáneo y fue injustamente acusada de un delito grave. A partir de ese disparador, Fonzi construye una historia profunda sobre desigualdad, violencia institucional y los prejuicios que atraviesan a miles de mujeres en situaciones similares.
Con un elenco sólido y comprometido, encabezado por Camila Plaate, Belén muestra de manera cruda y sensible un sistema que castiga cuerpos y decisiones médicas, y que muchas veces responde con estigma en lugar de empatía. La película no sólo expone la injusticia vivida por la protagonista, sino que además invita a reflexionar sobre la criminalización de emergencias obstétricas y la importancia del acceso a derechos.
El reconocimiento internacional que recibe Belén no es casual: su mirada humana, su narrativa directa y la potencia de su mensaje la convierten en una obra urgente. Representar a Argentina en los Oscar y los Goya significa amplificar un debate global sobre justicia, salud y derechos reproductivos.
Dolores Fonzi, en entrevistas recientes, destacó que su intención fue “hacer una película que cuente un caso real y que muestre cómo un grupo de mujeres moviliza a una sociedad entera”. Y esa esencia atraviesa cada escena: Belén no es solo cine, es memoria, resistencia y conversación social.
Con su recorrido en festivales y su llegada a plataformas, la película se perfila como uno de los títulos más comentados del año. Para espectadores argentinos y del mundo, Belén representa una oportunidad de conectar con una historia que duele, pero también transforma.

