En una charla íntima, sincera y cargada de emociones, la China Suárez abrió su corazón y dejó frases que van a dar que hablar. Entre amores, heridas del pasado y vínculos que la marcaron para siempre, la actriz repasó historias que pocas veces había contado con tanta honestidad.
“A mí me pasó con Mauro que me dio una seguridad que, si yo no la hubiese tenido, no me hubiese mandado”, confesó, recordando el vínculo que la atravesó por completo. Incluso reveló lo que sentía puertas adentro: “Yo lo miraba a él a veces y lloraba, y él me decía ‘¿pero qué te pasa?’ y yo le decía: ‘no puedo creer las cosas que haces por mí’”.
La China también se refirió a los tres años en los que no hubo diálogo:
En esos tres años que no hablamos, yo lo odiaba. Para mí era mala palabra”.
Sobre aquellos primeros intercambios con Mauro, sorprendió al admitir que la separación de él ya existía aunque no fuera pública:
“Cuando nosotros nos chateábamos él estaba separado, lo que pasa es que no se sabía”.
Con humor pero también con sinceridad, dejó una frase que ya es titular:
“Yo soy moncha y voy a ser moncha toda la vida”.
La historia familiar tampoco quedó afuera:
“Mi mamá me decía: ‘cualquiera menos Icardi’. Tardó meses en conocerlo, no lo quería conocer”.
Y al hablar de sus relaciones previas, se mostró vulnerable:
“Yo estaba con parejas que me decían ‘calladita te ves más bonita’, pero a mí el conflicto no me gusta, me duele la panza”.

