Aunque las plataformas de streaming y las redes sociales cambiaron por completo la forma en que consumimos contenido, hay programas y formatos que siguen firmes en la pantalla chica, demostrando que la televisión tradicional todavía tiene algo que decir.
En plena era digital, donde los contenidos se multiplican en TikTok, YouTube o Netflix, muchos pensaron que la televisión estaba condenada a desaparecer. Sin embargo, lejos de rendirse, logró adaptarse y mantener su lugar en la rutina del público.
Formatos como los realities, los noticieros, los programas de entretenimiento en vivo y los concursos siguen siendo un imán para la audiencia. Desde Gran Hermano hasta La Voz, pasando por clásicos como ShowMatch o Pasapalabra, estos espacios demuestran que el vínculo emocional y la inmediatez del “en vivo” siguen siendo insustituibles.
Además, la TV supo reinventarse al convivir con las redes: hoy los programas se comentan minuto a minuto en X, Instagram y TikTok, generando una interacción que antes no existía. Esa sinergia entre lo clásico y lo digital le dio una nueva vida al medio.
En un mundo de pantallas múltiples, la televisión demuestra que no está en crisis, sino en transformación. Los formatos cambian, las generaciones también, pero el ritual de encender el televisor y compartir un momento colectivo sigue tan vigente como siempre.

