El Gobierno nacional envía señales de que, pese a recortar tasas de interés para incentivar el crédito, su prioridad pasó a ser absorber liquidez en pesos, antes que promover un aumento inmediato en los préstamos del sector privado.
Recientemente, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) redujo la tasa de las “tasas simultáneas” —el interés que abona a los bancos por exceso de liquidez— hasta un 18 %, después de que ese indicador llegara al 190 % antes de las elecciones. Simultáneamente, también bajó el costo de financiación celular de empresas, lo que podría liberar margen para que la banca actúe.
Sin embargo, los analistas advierten que el crédito real sigue estancado: los préstamos en pesos al sector privado registran una caída real de alrededor del 1,2 % mensual. El motivo: el Luis Caputo y su equipo consideran que todavía no es momento de soltar mucha liquidez mientras el Tesoro enfrenta grandes vencimientos y necesita conservar recursos propios.
Uno de los factores clave es que el Tesoro cuenta hoy con apenas $4,4 billones en su cuenta del BCRA, frente al triple que tenía tres meses atrás, lo cual encaja con un calendario de obligaciones que asciende a cerca de $100 billones en los próximos meses. Por otro lado, se espera que la próxima licitación del Tesoro logre un alta tasa de “rolleo” (renovación de deuda) —analistas hablan de no menos del 90 %.
La flexibilidad en encajes aprobada por el BCRA —que liberó 3,5 puntos de liquidez adicional y permitió que solo el 75 % de los encajes sea exigido en forma diaria— podría facilitar a los bancos tener más recursos disponibles para prestar. Pero la liquidez extra parece estar destinada más bien a cubrir al Tesoro que a expandir el crédito al sector privado.
Algunos economistas advierten sobre el riesgo de la llamada “frazada corta”: que el Gobierno tenga que elegir periódicamente entre financiar al Tesoro o apoyar al crédito bancario. Mientras tanto, desde la visión oficial se sostiene que la demanda de pesos creciente y la recompra de dólares son compatibles con esta estrategia.
En definitiva, aunque las tasas bajaron y se liberaron mecanismos para estimular el crédito, el foco del Gobierno sigue puesto en controlar la liquidez en pesos, más que en un impulso inmediato al endeudamiento privado.
Variación mensual estimada en términos reales. Fuente: BCRA / estimaciones privadas.
*Dato de noviembre estimado. A confirmar con cifras oficiales.