Independientemente de las dimensiones que pueda tener un proyecto comercial, el diseño y proyección de un plan de negocios es la clave de toda evolución. Ya sea para iniciar un emprendimiento o potenciar el flujo de un negocio ya existente, es un método eficaz.
En simples palabras, se trata de una proyección consistente en etapas compuestas por acciones concretas hacia un objetivo. Además de la agenda, se establecen recursos necesarios, colaboradores, instancias evaluativas, presupuesto y objetivos específicos.
Para poder diseñar un plan de negocios que posibilite lograr la meta de un emprendimiento es clave tener en cuenta algunas variantes. Como ayuda, compartimos 5 consejos esenciales.
1. Identificar el panorama actual
El reconocimiento del punto de partida es fundamental para comenzar a diseñar el plan de negocios. Hacerlo, permite trazar los lineamientos desde la actualidad hasta el final del proceso de crecimiento comercial de forma más asertiva y concreta.
Para hacerlo, es útil generar reportes financieros, revisar los niveles de respuesta e interacción en redes sociales y evaluar el flujo de años anteriores, si los hubo. Esto permitirá “pulir” las dinámicas y organizar diversas acciones hacia un panorama ideal.
2. Adecuar la logística
Para llevar a cabo un plan de negocios realista y funcional, resulta fundamental sentar las bases logísticas. En primer lugar, es clave simplificar los procesos, haciendo recortes e incorporando herramientas de automatización para apuntar a resultados visibles y evaluables.
Si sumamos un sistema contable para automatizar la emisión de facturas electrónicas y liquidaciones, entre otras gestiones, o un sistema de ventas, ahorramos mucho tiempo administrativo. Esto, posibilitará crear reportes más recurrentes y poner el foco en la estrategia comercial.
3. Investigar el mercado
Conocer la situación actual del mercado en que un emprendimiento está inmerso es clave a la hora de formular un plan de negocios viable. Al hacerlo, tendremos claridad sobre la tasa de aceptación, expectativas de crecimiento y novedades en cuanto a oferta y contenidos asociados.
Esta investigación permite, a su vez, reconocer qué es lo que diferencia un proyecto de su competencia inmediata. Así, es posible considerar, en el diseño del plan, fortalecer una experiencia de marca diferenciadora que ayudará a cumplir los objetivos comerciales.
4. Diseñar objetivos evaluables
Lo que le da realidad a un modelo de negocios es la posibilidad de realizar evaluaciones en cada etapa del plan. Para lograrlo, debemos aterrizar las metas del negocio en acciones concretas con resultados esperables que sean factibles de analizar.
Si, por ejemplo, una etapa consiste en aumentar la visibilidad en redes sociales, podemos realizar una predicción cuantitativa y comparar las estadísticas reales. Lo mismo ocurre con el volumen de ventas de un nuevo producto.
5. Perder el miedo a la reformulación
Vinculada con la evaluación constante, es importante destacar la necesidad de estar listos para la reformulación de algunas instancias. Lejos de lo que puede verse como un fracaso, que una estrategia no funcione implica necesariamente perder el miedo a la reformulación si eso ayuda al éxito que buscamos.