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En Tilcara, el “desentierro” del Diablo invita a una fiesta sin fin

Se trata de una ceremonia ancestral, que durante nueve días se vive con desenfreno y alegría.

 

Los que decidan festejar el Carnaval en el norte del país, deben saber que no es una fiesta cualquiera y exige, para los que quieran formar parte, una serie de “rituales”.

Primero, deben cubrirse con harina para que el diablo no lo reconozca el resto del año y así alejar todos los malos augurios. Además, se debe beber seis traguitos fondo blanco de distintas bebidas que consisten en: vodka, ginebra, licor de menta, cointreau, licor de guinda y whisky.

Luego, la ceremonia comienza cuando las comparsas descienden de las montañas y la gente se va sumando a las distintas diabladas. Este año, Los Tekis fueron los encargados de encabezar el evento, quienes vestidos de diablos, tocaron los carnavalitos desde el punto más alto de la montaña.

Pero lo primero que hay que hacer para comenzar los festejos es desenterrar al diablo del carnaval, un pequeño muñeco (pucllay) que imita a un diablo y que simboliza al sol. Para los lugareños, es el encargado de fecundar la tierra (Pachamama).

En toda la provincia de Jujuy, pero sobre todo en los pueblos que se alzan protegidos por la Quebrada de Humahuaca, los festejos se tornan en baile, música y disfraces de colores que adornes un paisaje imponente. Horas después, cuando el diablo bajó de los cerros y se mimetizó con los pobladores, es difícil saber quién es quién y sobre todo, quién se encuentra o no endiablado.

Etiquetas: Jujuy
Melisa Müller: 27 años, Comunicadora Social . Twitter: @Melii_Muller // email: melisa@cordobatimes.com
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