A su vez, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que podría reactivarse el conflicto si Irán avanza con el desarrollo de armamento atómico.
La guerra entre Israel e Irán, que mantuvo en vilo a Medio Oriente durante doce días, parece haber llegado a su fin. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el cese del conflicto y afirmó que su gestión fue clave para lograrlo. Desde Teherán, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, confirmó el alto el fuego y declaró que “la guerra de los 12 días llegó a su fin”, remarcando que la desescalada fue “impuesta por Tel Aviv” y celebrando “la heroica resistencia” iraní.
En una conferencia de prensa tras el acuerdo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reivindicó la operación militar de su país. “Durante décadas les he prometido que Irán no tendrá armas nucleares”, expresó. Aseguró que la “Operación Am Kalavi” fue una “victoria histórica” y advirtió: “Si alguien en Irán intenta reactivar su proyecto nuclear, actuaremos con la misma determinación y la misma fuerza”.
Aunque Irán confirmó que retomará su programa nuclear, negó que tenga planes para desarrollar armamento atómico. En tanto, Netanyahu reiteró que Israel no soltará “el acelerador”, y que su objetivo sigue siendo “derrotar al eje iraní, vencer a Hamás y liberar a todos los rehenes, vivos o muertos”.
Desde Estados Unidos, el director de la CIA, John Ratcliffe, elogió a Trump y sostuvo que es “merecedor del Premio Nobel de la Paz”. “Tenía un objetivo en beneficio de Estados Unidos y lo logró sin perder una sola vida estadounidense”, señaló. Además, destacó que Trump evitó caer en un intento de cambio de régimen, lo que “conlleva caos”.
El secretario General de la ONU, Mark Rutte, también agradeció al mandatario por su “liderazgo de larga data” al instar a los países de la OTAN a aumentar su inversión en defensa. Subrayó que, gracias a esa presión, “la OTAN añadió un billón de dólares adicionales a su gasto” durante la última década.