Una trama de corrupción y conexiones secretas con el chavismo comprometen por estás horas al Gobierno del socialista Pedro Sánchez en España. Recientemente trascendieron comunicaciones que comprometen al presidente de gobierno español en torno al encuentro secreto que un ex ministro mantuvo en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, con la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez.
Está reunión de carácter “privado” tuvo lugar en 2020, año de la pandemia del COVID 19, y las razones de este encuentro permanecen en el misterio. El entonces ministro que se vio con la número dos de Nicolás Maduro es José Manuel Abalos, quien en ese momento era titular de la cartera de Transporte.
Abalos dijo que se había acercado para saludar a la vicepresidenta, aunque poco más se sabía hasta que un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) reveló que Pedro Sánchez sabía, con antelación, que José Luis Abalos, por entonces ministro de Transportes, secretario de organización del PSOE y hombre de su extrema confianza, se reuniría con Delcy Rodríguez.
Está novedad pone en aprietos al presidente de gobierno español ya que desde 2018 pesa una disposición de la Unión Europea, de la que España es parte, que indica que ningún funcionario del Gobierno venezolano puede pisar suelo de los países miembros del bloque. Más allá de que un aeropuerto puede ser considerado suelo neutral, técnicamente Delcy Rodríguez estuvo en España y fue recibida por un ministro aunque el encuentro haya sido informal, pero con el agravado de contar la anuencia y conocimiento del jefe del Gobierno español.
El hallazgo de la investigación de la UCO sobre lo que la oposición bautizó como “Delcygate” es un efecto secundario de su principal objetivo: desentrañar cómo funcionaba y hasta dónde se extienden las responsabilidades de la red que, en los primeros tiempos de la pandemia, cobró comisiones desmesuradas por facilitar barbijos y material sanitario al Estado español. Desde el partido mayoritario de la oposición, el derechista Partido Popular, sus líderes como Isabel Ayuso y Alberto Nuñez Feijoo han reclamado que el presidente Sánchez debería renunciar a su cargo debido a este escándalo. Por el momento, el Gobierno de centroizquierda cuenta con el apoyo de una frágil mayoría aportada por el socialismo, el centro izquierdista Sumar y partidos de las comunidades autonómicas.