Crece la tensión internacional contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras el escándalo por el fraude electoral del último 28 de julio, en donde el dictador chavista se autoproclamó ganador a pesar de las denuncias de la oposición y la falta de precisión en las actas oficiales.
Ahora, el gobierno de los Estados Unidos (EE.UU) incautó el avión presidencial del líder bolivariano, como parte de las sanciones que el país liderado por Joe Biden, impuso a Maduro por no cumplir con la adecuación internacional al estatuto electoral.
Se trata de una aeronave Dassault Falcon 900, con un valor estimado de 13 millones de dólares. El vehículo se encontraba en República Dominicana y fue trasladado bajo custodia de la Fuerza Aérea norteamericana, hacia el estado de la Florida, en donde permanecerá retenido.
“Incautar el avión del jefe de estado extranjero es algo inaudito en asuntos penales. Estamos enviando un mensaje claro aquí de que nadie está por encima de la ley, nadie está por encima del alcance de las sanciones estadounidenses”, informó uno de los encargados del operativo a la cadena de noticias CNN.
Según indicaron desde el gobierno de los EE.UU esta medida intenta enviar “un mensaje a los más altos mandos” del régimen chavista en Venezuela, para que se ajusten a las normas internacionales y se resuelva el conflicto generado por las últimas elecciones en las que se le solicitó a Maduro que acepte la derrota y encumbre a Edmundo González como el nuevo mandatario electo.
“Vemos a estos funcionarios y al régimen de Maduro básicamente desplumando al pueblo venezolano para su propio beneficio. Tienes a gente que ni siquiera puede permitirse una barra de pan allí y luego tienes al presidente de Venezuela paseándose en un jet privado de alta gama”, señalaron los funcionarios estadounidenses que participaron del accionar contra Maduro.