Más de 2000 refugiados sirios se embarcan todos los días en un viaje que no siempre conlleva a un destino seguro, y en la mayoría de los casos nunca lo tiene. Toman la ruta de los Balcanes a través de Grecia, Macedonia y Serbia a Hungría.
Desde el comienzo de la guerra civil en Siria el 15 de marzo de 2011, la cifra de
muertos podría superar los 570.000, entre civiles, combatientes de todos los
bandos, detenidos y desaparecidos. El 50% de las infraestructuras del país
completamente destruidas.
Tras ocho años de guerra, la gran mayoría de las ciudades sirias han sido destruidas; la infraestructura quedó reducida a escombros. La ONU estima que los costos de la reconstrucción se aproximan a más de 400 mil millones de dólares.
Por lo que respecta a los refugiados, según los datos de la Agencia de la ONU para los
Refugiados (ACNUR), desde 2011, más de cinco millones de sirios no han tenido
otra opción que huir del país, principalmente a Turquía, aunque también han optado
por buscar refugio en Líbano y Jordania, entre otros países. Además, entre seis y
ocho millones de sirios han dejado atrás sus hogares y han migrado a otras zonas
supuestamente más seguras.
Este drama de los refugiados se acrecienta y no hallan otra opción de supervivencia que
lanzarse a la odisea de subir a embarcaciones clandestinas sin un rumbo fijo por el
Mediterráneo.
Turquía acoge a más de 3,3 millones de sirios registrados. La mayoría de ellos vive
en áreas urbanas, con alrededor de 8% alojados en campamentos administrados por el
Gobierno.
En Líbano, la vida es una lucha diaria para muchos refugiados sirios, que tienen
pocos o ningún recurso financiero. Alrededor del 70 por ciento vive por debajo del
umbral de la pobreza. No hay campamentos de refugiados formales y como resultado,
más de un millón de sirios registrados están dispersos en más de 2.100 comunidades, así como sitios urbanos y rurales, a menudo compartiendo pequeños alojamientos básicos con otras familias de refugiados en condiciones de hacinamiento.
ACNUR realiza campañas de sensibilización y de ayuda al refugiado, articulando
una labor entre estados, socios y diferentes ONGs. El método empleado por esta
ONG para intentar salvar el mayor número de vidas posibles de los refugiados sirios
se basa en proporcionar ayuda económica en efectivo a los más vulnerables para
emplearla en medicinas y alimentos, estufas y combustible para calefacción,
aislamiento para tiendas de campaña, mantas térmicas y ropa de invierno. Para
aquellas personas que se han visto forzadas a desplazarse dentro de Siria,
ACNUR proporciona un kit de construcción y artículos no alimentarios, así como
servicios de protección y asistencia psicosocial.
A la espera de que los correspondientes acuerdos de paz pongan freno a tanto desatino
institucional por parte de los dirigentes de estos estados y de buena parte de la
comunidad internacional, ACNUR prosigue su labor incansable de juntar fondos a
través de donaciones (como colaborar con una donación) y la entrega de ayuda
humanitaria a estas personas que huyen de sus hogares con lo puesto en busca de
un lugar seguro donde poder rehacer sus vidas, marcadas ya para siempre por el
desastre de las guerras.