El presidente Javier Milei cumplió dos años al frente del Poder Ejecutivo y marcó la fecha con un mensaje en X, donde realizó un balance de gestión que, en su visión, representa “un giro histórico” en la política y la economía argentinas. Con un estilo directo y reafirmando su programa de reformas, el mandatario enumeró los avances que considera pilares de su administración: estabilización macroeconómica, reordenamiento del Estado, mayor apertura al mundo, impulso a inversiones de gran escala y recuperación del sistema de defensa.
El oficialismo remarca que al momento de asumir, el país estaba en una situación crítica, con riesgo real de descontrol inflacionario. Según el Gobierno, el programa de estabilización fiscal permitió evitar ese escenario y sentar las bases para un proceso de desaceleración de precios.
La combinación de equilibrio fiscal, freno a la emisión monetaria y corrección de precios relativos constituye, para Milei, el núcleo del éxito en este frente.
Uno de los puntos más enfatizados por el Presidente es la reducción del Estado.
En apenas dos años:
Se eliminaron o fusionaron numerosos organismos.
Se redujo drásticamente la cantidad de ministerios.
Se aplicó una revisión profunda de estructuras, contratos y programas.
Para el Gobierno, este ajuste representa la reestructuración estatal más importante en décadas, con el objetivo de lograr un aparato más eficiente, menos costoso y orientado a funciones esenciales.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones es una de las banderas del Ejecutivo.
Bajo este marco, el país aspira a recibir proyectos de largo plazo vinculados a:
Energía y Vaca Muerta
Minería
Infraestructura
Tecnología y economía del conocimiento
Industria exportadora
El Gobierno sostiene que este régimen no solo atraerá capitales, sino que abrirá una nueva etapa de crecimiento basada en la competitividad y la previsibilidad normativa.
Un aspecto destacado del balance presidencial es la recuperación militar, especialmente de la Fuerza Aérea.
Durante este período:
Se incorporó equipamiento moderno.
Se actualizaron aeronaves y sistemas.
Se renegociaron acuerdos internacionales de defensa.
Se fortalecieron programas de capacitación.
Según el oficialismo, este proceso apunta a reconstruir capacidades estratégicas que habían sido relegadas durante años.
El Gobierno también subraya la eliminación de regulaciones que, según su diagnóstico, obstaculizaban el desarrollo productivo.
La flexibilización de mercados, la eliminación de trabas administrativas y la apertura comercial son parte de un paquete que apunta a dinamizar al sector privado y generar condiciones para un país más competitivo.
La Casa Rosada afirma que los primeros dos años fueron, sobre todo, un proceso de reconstrucción de bases.
La segunda etapa, aseguran, estará enfocada en:
crecimiento económico
fortalecimiento del empleo privado
consolidación del equilibrio fiscal
nuevas reformas orientadas a modernizar el país
Para Milei, la dirección es clara: “La Argentina eligió cambiar y este camino no tiene retorno”.