Apenas consumado el ascenso a la máxima categoría del futbol argentino, sus hinchas se volcaron a las calles. Desde Alberdi y hacia el centro, como réplica de todo lo que se vivía en San Nicolás, con la multitud que acompañó al equipo de Guillermo Farré. Y hasta el epicentro de Patio Olmos.
Una marea celeste inundó pasadas las 17 horas el centro de la ciudad de Córdoba, mientras que en distintas localidades del interior se replicaron los festejos ante el triunfo de Belgrano contra Brown de Adrogué, que le permitió al club de Alberdi ganar el campeonato y ascender a primera división.
El equipo cordobés volvió así a la máxima categoría tras tres años y medio, y así como una multitud “celeste” colmó el estadio de San Nicolás, donde se jugó el partido, la fiesta continuó en las tierras del Club Atlético Belgrano.
Esas multitudes han sido una constante: los 17 encuentros como local por el torneo de la Primera Nacional se jugaron a casa llena y con puestas en escena que incluyeron bengalas, fuegos artificiales, luces de teléfonos móviles, humo de color celeste y miles de banderas. Esa costumbre se replicó en los tres compromisos que Belgrano disputó por la Copa Argentina: 25.000 personas viajaron a La Rioja para el encuentro ante Platense, 15.000 se trasladaron a Santa Fe para el cruce con Estudiantes de La Plata y 20.000 dieron el presente en San Luis frente a Godoy Cruz.
Si los hinchas, que este domingo explotaron el estadio en San Nicolás para el encuentro con Brown (fueron 22.000), construyeron este feeling fue porque desde el campo recibieron señales de un plantel, cuerpo técnico y dirigencia pilares claves para maximizar las posibilidades de éxito deportivo. En estos días, esa tríada se alineó en Belgrano y la victoria frente a Brown de Adrogué garantizó el regreso a la primera división 1297 días después de su último descenso. Belgrano es -otra vez- de Primera.