En sesión ordinaria, el proyecto de ley que desde el 2007 presenta el oficialismo porteño se convirtió en ley este jueves.
La Legislatura porteña sancionó la ley que prohíbe la actividad de “trapitos” y limpiavidrios en la Ciudad de Buenos Aires, un proyecto que impulsó el oficialismo y que había sido pospuesto en varias oportunidades por falta de votos o por falta del aval de la oposición.
La sanción de la ley permite la aplicación de multas económicas y días de trabajo de utilidad pública en los casos que se los detecte cometiendo la contravención, en tanto que agrava las penas y plantea el arresto cuando la víctima sea mujer o cuando se compruebe la existencia de una mafia detrás de la práctica.
Además, prevé penas más duras cuando se comprobase que hay una organización que actúe en las inmediaciones de los estadios de fútbol o eventos masivos. En esas ocasiones, el Gobierno contará con la posibilidad de limpiar la calle de cuidacoches y limpiavidrios.
La propuesta ya había sido presentada por el oficialismo en seis oportunidades desde 2007, cuando el por entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri asumió su primer mandato. Sin embargo, nunca logró su aprobación ante la negativa del arco opositor a acompañar la medida.
Esta mañana, el espacio Vamos Juntos superaba la cantidad de manos alzadas que demandaba la aprobación de la norma, de 31 votos, por lo que se esperaba que la ley fuera sancionada. No obstante continuaban las negociaciones entre el oficialismo y la oposición para reunir nuevos respaldos.