Con dos goles del delantero de Tottenham Hotspur, el conjunto inglés, se quedó con una ajustada victoria en el debut. Ferjani Sassi puso el empate parcial.
Cuando todo parecía que otra de las selecciones campeonas del mundo firmaría el empate contra un rival de mejor jerarquía, apareció Harry Kane en el tiempo de descuento para darle la victoria a Inglaterra sobre Túnez por 2-1 y meterse en la cima del Grupo G junto a Bélgica.
El encuentro comenzó favorable al conjunto europeo, que logró abrir el marcador a los 11 minutos de primer tiempo tras un tiro de esquina. El envío desde la derecha fue cabeceado por John Stones y el delantero del Tottenham capturó el rebote del arquero Mouez Hassen para poner el 1-0.
Tres minutos más tarde llegó otra mala noticia para los africanos; el propio portero debió retirarse lesionado y en su lugar ingresó Farouk Ben Mustapha. Sin embargo, durante los minutos finales de la etapa inicial fue aumentando el volumen de juego y tuvo recompensa.
Luego de una buena jugada colectiva, manejada a los toques, con mucha paciencia y moviendo la pelota de lado a lado. Kyle Walker derribó a un rival de un codazo dentro del área y el árbitro Wilmar Roldán no dudó en sancionar penal. Ferjani Sassi lo cambió por gol e igualó las acciones a los 35 minutos.
En la etapa complementaria, Inglaterra salió decidido por los tres puntos pero no lograba atacar con claridad y le costaba doblegar la resistencia de Túnez. Por eso, el entrenador Gareth Southgate, mandó a la cancha a Marcus Rashford, Ruben Loftus-Cheek y Eric Dier, por Raheem Sterling, Delle Ali y Jesse Lingard, respectivamente.
Pese a que intentó con desbordes de sus jugadores más rápidos, volvió a encontrar el gol mediante su vía favorita: la pelota parada. Al minuto 46 del segundo tiempo, llegó un tiro de esquina de la punta derecha y Harry Kane puso las cifras definitivas para salvar a su equipo y anotarse como uno de los candidatos a goleadores del certamen.
