El conjunto norteamericano venció 2-0 a Holanda en el Groupama Stadium y consiguió su cuarto Mundial, segundo consecutivo. Megan Rapinoe y Rose Lavelle convirtieron los goles que le dio el título al equipo de Jillian Ellis.
Luego de un mes el Mundial de Francia 2019 llegó a su fin con una nueva consagración para Estados Unidos que no solo se llevó el trofeo sino también varias distinciones individuales.
La Copa comenzó el 7 de junio con la goleada de las anfitrionas sobre Corea del Sur por 4-0. En el debut, cada finalista sumó de a tres, por el lado de Holanda el triunfo 1-0 sobre Nueva Zelanda, mientras que Estados Unidos marcó un récord con la apabullante victoria 13-0 sobre Tailandia. Ambas selecciones finalizaron líderes de su grupo con 9 puntos y llegaron a la final tras ganar cada uno de sus encuentros, dentro de los 90′ o 120′ de juego.
El duelo final tuvo como protagonistas a las dos mejores selecciones de la Copa. Holanda fue aumentando su candidatura a pasos agigantados en base a su rendimiento y las norteamericanas solo reafirmaron el mote de mejores del mundo partido tras partido, defendiendo la corona obtenida en Canadá 2015.
Durante los 90′ el conjunto de barras y estrellas mostró su superioridad en el juego. En una ráfaga de 8′, con Rapinoe a los 61′ de penal y Lavelle a los 69′, las norteamericanas sacaron diferencia y sellaron el tetracampeonato Mundial, segundo de manera consecutiva.
A la hora de la premiación, Megan Rapinoe (USA) se llevó la Bota de Oro, como máxima goleadora de la competición con 6 anotaciones y el Balón de Oro a mejor futbolista de la Copa. El gol de la final también significó un récord a ser la futbolista más longeva en convertir un tanto en el último encuentro de un Mundial con 34 años y 2 días.
La Bota de Plata fue para Alex Morgan (USA) y para Ellen White (ING) la de Bronce, ambas con 6 anotaciones como Rapinoe, pero las asistencias y minutos jugados influyeron en el orden del podio. Detrás de las goleador norteamericana se ubicaron Lucy Bronze (ING) y Rose Lavelle (USA) como Balón de Plata y Bronce respectivamente. El premio a mejor jugadora joven del torneo se lo llevó Giulia Gwinn de Alemania y el Guante de Oro para la mejor arquera de la competición fue para Sari Van Veenendaal de Holanda.