Liverpool campeón de la Champions League en Madrid

Henderson levanta la copa del campeón. (Twitter Wanda Metropolitano)

El equipo de Jurgen Klopp venció 2-0 al Tottenham de Mauricio Pochettino y se consagró campeón del máximo torneo continental de UEFA. Mohamed Salah al minuto y Divock Origi a los 86 fueron los goleadores de la noche madrileña.

En el estadio Wanda Metropolitano, donde hace las veces de local el Atlético del Cholo Simeone, albergó el duelo por la final de la Champions League entre Liverpool y Tottenham. Los Reds quedaron finalizaron la temporada en la Premier League como escoltas del campeón Manchester City, a un punto de diferencia, mientras que los Spurs obtuvieron la última plaza para la Liga de Campeones de la próxima temporada.

Pochettino no pudo contenerse tras la derrota.

Con lo acontecido en Bakú entre Chelsea y Arsenal, con goleada de los Blues 4-1, al mejor estilo Premier League con llegadas de ambos equipos, varios goles y formidables atajadas, se esperaba algo similar en Madrid. Pero segundo enfrentamiento entre ingleses no tuvo parentesco con el primero, ya que la apertura del marcador, a favor de Liverpool, llegó al minuto de juego e hizo retrasar al conjunto de Klopp, que brindó otro encuentro de seguridad defensiva entre Van Dijk y Matip. Los de Londres intentaron contrarrestar el planteo de Liverpool pero no generaron peligro hasta el minuto 80 cuando Alisson Becker contuvo los avances blancos. Aunque los goles los marcaron Salah y Origi, la delantera roja no fue gravitante durante gran tramo del partido y las llegadas estuvieron a cargo de los laterales Robertson y Arnold.

Mientras todos festejan, Klopp miraba a Pochettino para saludarlo.

Harry Kane regresó a las canchas para disputar la final pero se lo vio falto de actividad a la hora de los choques cuerpo a cuerpo y movimientos en ataque. Heung-Min Son fue el encargado del juego en ataque pero no pudo superar la muralla de Liverpool y casi no generó peligro en el arco del campeón. Hugo Lloris fue la gran figura del equipo de Pochettino con grandes intervenciones, seguridad en los centros y aunque no pudo controlar el disparo del Faraón, si adivino hacia donde fue dirigido.

La emoción de Henderson que llora abrazo a su padre:

El partido se rompió a los 23″ cuando el árbitro Damir Skomina cobró la pena máxima a favor del Liverpool luego de que Sissoko tocara el balón con la mano. Tras la revisiones de los jueces del VAR, Mo. Salah se encargó de ejecutar el penal y abrir el camino hacia el título. Luego del gol, el Liverpool se fortaleció en defensa y aprovechó la subida de sus laterales para generar peligro en el arco de Lloris. El francés campeón del mundo no se despachó no grandes atajadas pero si mantuvo con vida a su equipo durante casi 90′. La primera etapa concluyó 1-0 sin llegadas a favor del Tottenham. En la segunda mitad ambos entrenadores metieron mano en el equipo y movieron el banco. La entrada de Lucas Moura ayudó a la ofensiva de los londinenses que a través de Son y el brasileño, tuvieron las más claras para su equipo pero no pudieron quebrar el cero impuesto por Alisson. La variante más importante fue la entrada de Divock Origi en lugar de Roberto Firmino, ya que el belga sentenció el partido a los 86′ con un zurdazo preciso al palo izquierdo de Lloris. Cumplidos los 95′ Skomina dio el pitazo final y Liverpool, tras caer en 2007 frente a Milan y en 2018 ante Real Madrid, se coronó por sexta vez en su historia como el mejor equipo de Europa, título que no conseguía desde 2005, cuando superó por penales al Milan. Para Jurgen Klopp fue su tercer final en 6 años, las anteriores fueron la ya mencionada de 2018 y la derrota contra Bayern Munich cuando era director técnico de Borussia Dortmund en 2013.

Salah festeja en vestuario

El encuentro no alcanzó las expectativas de una final entre equipos ingleses, donde se esperaban más acciones de gol, pero sí consagró al mejor equipo de la temporada 2018/19. Por el lado de Tottenham, no pudieron sobrellevar el peso de jugar su primer final de Champions pero dejaron al club entre los mejores del fútbol europeo. Erik Lamela y Juan Foyth formaron parte del conjunto subcampeón pero no disputaron minutos en la final.