Ocurrió en el clásico del país, cuando un simpatizante ingresó y agredió a Eran Zahavi, actualmente en Maccabi Haifa pero surgido del Hapoel. Las fuerzas de seguridad no reaccionaban y el futbolista decidió responder a los golpes. Todo terminó con corridas, empujones y, por supuesto, el partido suspendido. Mirá las imágenes.
La violencia no es característica exclusiva de nuestro país y región. Se sabe que en otras partes del mundo también suceden hechos de este tipo y la prueba radicó, en este caso, en Israel. El clásico, partido más importante de la Liga, se vio opacado y debió suspenderse.
Cuando el duelo estaba igualado 1-1, el primer inadaptado entró a la cancha e intentó agredir al capitán de la visita, Eran Zahavi. Tanto futbolistas de Hapoel como algunos de los compañeros de Zahavi, incluido él mismo, reaccionaron por el hecho.El árbitro del partido decidió expulsar al jugador que se había defendido y después de 10 minutos la tranquilidad parecía retornar, pero esto no fue suficiente para los hinchas, que intentaron hacer justicia por mano propia.
