Las últimas precipitaciones y nevadas caídas sobre la alta montaña trajeron un poco de alivio a la delicada situación que atravesaba la cuenca del lago San Roque, golpeada por meses de intensa sequía y un elevado consumo de agua durante el primer semestre del año.
Si bien no se registra la entrada de un volumen significativo de agua, no es un dato menor teniendo en cuenta la crítica postal que presentaba el cauce en el centro de la ciudad. Todo suma y la tormenta de los últimos días, dejó un pequeño aporte que permitió recuperar al menos un poco de lo mucho que se había perdido.
Se necesitan más y abundantes lluvias durante las próximas semanas para que pueda estar garantizar la provisión de agua potable en el sur de Punilla y se eleve el caudal del San Roque.
Actualmente, el embalse se ubica en 30,88 metros (mientras que el nivel del vertedero se encuentra en 35,30 metros).
