
Ayer alrededor de las 20:30 hs el auto en el que circulaban Gustavo Martinez y los hijos de Ricardo Fort, fue interceptado por dos delincuentes en moto. Los custodios del padrino de los niños se vieron envueltos en un intento de asalto que derivó en un intenso tiroteo.
Según detalló el abogado de la familia, César Carozza, los ladrones llegaron incluso a abrir la puerta del auto. Inmediatamente, la custodia de los chicos abrió fuego y se cruzó en un intenso tiroteo con los delincuentes, en la esquina de las calles Manuela Pedraza y Cuba.
“Habíamos ido a visitar a uno de los hermanos de Ricardo, que nos invitó a su casa. Pasamos un día muy lindo, de pileta y juegos. Para ir y volver, les pedí una mano a dos amigos de toda la vida de Ricardo, que son miembros de la Policía Federal pero vinieron en condición de amigos, porque no tenía custodia para ir con los chicos, y yo no voy a ningún lado con ellos sin custodia. Uno manejaba y el otro iba de acompañante. Entonces, cuando volvemos por Libertador, todavía del lado de provincia, se nos acerca un tipo y golpea la ventanilla del que iba conduciendo. Yo iba atrás con Martita. Entonces, como el vidrio polarizado de ese lugar justo está roto, ve que el conductor tenía un Rolex llamativo y, golpeando con un revólver sobre la ventanilla, le dice «dame el reloj, dame el reloj». En ese momento se nos para el auto, después arrancamos con todo, el tipo no nos sigue y nos vamos», detalló en diálogo con Mañana Sylvestre, el programa radial de Gustavo Sylvestre por AM Del Plata (escuchar audio).
«Cuando pasamos la General Paz, la zona de River era un caos de tránsito por el partido. Entonces doblamos por Comodoro Rivadavia y agarramos Arcos. Quince cuadras después, aparecen de nuevo (los ladrones), esta vez del otro lado, aunque no alcancé a ver la moto, se ve que había uno que lo llevaba al otro, y directamente venían con el arma. Entonces el conductor se baja del auto y dispara, no sé si tres o cuatro disparos, y uno de los ladrones tiene un disparo en el muslo y otro creo que en la cara, y vino el SAME y se lo llevó al Hospital Pirovano. El otro (ladrón) desapareció», contó Martínez. Y agregó: «¡¿Por qué hay medios que hablan de un intento de secuestro si sólo fue un intento de robo?! No fue intento de secuestro»
«El auto tiene un disparo en el techo y otro en el vidrio trasero. En ese momento los niños se pusieron a llorar. Felipe decía: ‘Papá, ayudanos desde el cielo’ y yo me tiré arriba de ellos. Pensé: ‘Si nos van a matar, que me maten a mí’. Cuando la noticia salió en los medios, la familia de Ricardo se asustó mucho y llamaron para saber qué había pasado», relató Gustavo.