
El dueño de una pastelería ha abierto un dispenser para que los neoyorquinos puedan saciar su apetito por los dulces bocadillos a cualquier hora del día.
El primer local se estrenó hace nueve años en el corazón de Beverly Hills, y desde entonces han abierto quince pastelerías repartidas en ocho estados, desde California a Nueva York, pasando por Illinois, Georgia y Texas.
Con casi medio millón de «amigos» en Facebook y más de 127.000 seguidores en Twitter, por ahora tienen «cajeros automáticos» en sus pastelerías de Beverly Hills, Las Vegas, Dallas y Chicago, además del que acaban de estrenar en Manhattan.
La pasión por los «cupcakes» es tal que sus incondicionales fanáticos se molestan cuando lo confunden con otros productos estrella de la repostería, y repiten casi de memoria que las magdalenas «son más esponjosas» y los «muffins» son de mayor tamaño.
Bajo el lema «Es difícil recordar la vida antes del acceso a los cupcakes 24 horas al día», el primer «cajero automático» de la reconocida pastelería está en el número 780 de la avenida Lexington, pero en un mes planean abrir otro en el World Financial Center.
Una de sus supervisoras explicó que la máquina se repone tres veces al día, la última vez tras el cierre de la tienda, a eso de las nueve de la noche, para garantizar que el «cajero automático» está bien surtido y que los «cupcakes» sean frescos.
Información: elpaís.com