
La aplicación no solo puede causarte daño cuando alguien no te responde. Así es, el uso excesivo de Whatsapp, escribiendo o esperando que finalmente nos responda esa persona que está “en línea” puede ocasionar: «Whatsappitis».
Así decidieron llamar a una especie de tendinitis.
Según reseñó el diario «The Lancet», el primer caso lo presentó una mujer embarazada de 34 años que por seis horas ininterrumpidas se dedicó a mandar mensajes por WhatsApp. Cómo resultado, tuvo fuertes dolores en el pulgar y la muñeca.
El diagnóstico médico determinó que la tendinitis fue provocada por sostener tanto tiempo el teléfono mientras usaba este sistema de chat, naciendo así el término whatsappitis.
Si presentas estos síntomas, este es parte del tratamiento:
Tomar anti inflamatorios y lógica, y lamentablemente, dejar de usar el teléfono por algún tiempo. La paciente siguió al pie de la letra las primeras dos indicaciones, pero la tercera no le importó y días después volvió la molestia.
Puede resultar extraño y hasta ridículo, pero no es la primera vez que el uso de artefacto desarrolla alguna dolencia. En 1990 la revista médica «The New England Journal of Medicine» mencionó a la Nintenditis, surgida por los dolores que sufrió una mujer de 35 años por jugar Nintendo durante cinco horas.